25/08/10 a 5:39pm por Maribel Hastings
Por Maribel Hastings
WASHINGTON – Pasadas las primarias muchos se preguntan qué estrategia emplearán los candidatos que echaron mano de retórica antiinmigrante o de mano dura para atraer a su base, pero que ahora requieren del voto latino en la elección general.
Otra interrogante es por quién votarán esos electores hispanos en noviembre, y qué papel jugarán la inmigración y otros asuntos en su decisión de acudir a las urnas o simplemente quedarse en casa, como muchos temen.
En Florida, por ejemplo, ganó la nominación republicana a la gobernación un candidato millonario, Rick Scott, con una plataforma antiinmigrante que llevó a su contendor, el fiscal general de ese estado, Bill McCollum, a presentar una propuesta legislativa más severa que la ley SB1070 de Arizona, ante el descontento de líderes hispanos y republicanos de Florida que advirtieron que no era una estrategia ganadora para atraer el voto latino. Muchos latinos republicanos se quedaron en casa y McCollum perdió por tres puntos porcentuales.
En una teleconferencia auspiciada por America’s Voice para analizar las contiendas, la estratega republicana Ana Navarro lo resumió así: “No se trata de lo que los hispanos hicieron en contra de McCollum; es lo que no hicieron por Bill McCollum”.
Y en Arizona, como se anticipaba, la gobernadora Jan Brewer, quien promulgó la SB1070, ganó la nominación republicana a la gobernación, pero el senador John McCain se alzó ante un rival antiinmigrante, J.D. Hayworth, por la nominación republicana en busca de un quinto periodo como senador federal de Arizona. McCain optó por irse más a la derecha en temas como la inmigración. ¿Cómo buscará ahora el voto independiente y latino rumbo a noviembre?
Tras ganar la primaria republicana a la gobernación de California, Meg Whitman está destinando millones para apelar al voto latino aunque su jefe de campaña sea Pete Wilson, el ex gobernador republicano de ese estado que personifica la Proposición 187 en contra de los indocumentados y el divorcio entre los votantes hispanos y el Partido Republicano en ese estado.
A Whitman se le acusa de tener un discurso para los votantes latinos y otro para el resto aunque está haciendo lo que hacen todos los políticos: apelar a su base en las primarias para luego atraer a los votantes del centro que requerirán para ganar una elección general.
Será interesante ver qué hacen estos candidatos que en aras de atraer a esa base han alejado a los votantes latinos echando mano de retórica antiinmigrante, apoyando medidas punitivas como la ley SB1070 de Arizona, o respondiendo con tibieza a propuestas cuestionables como la de enmendar la Constitución para negar la ciudadanía a los hijos nacidos en Estados Unidos de padres indocumentados.
Durante las primarias McCain, otrora promotor de un plan de reforma migratoria integral, se apartó de esos principios optando por apoyar la ley SB1070 y medidas centradas en la seguridad fronteriza que él mismo ha declarado insuficientes por sí solas para resolver el problema migratorio.
En Arizona los hispanos representan 30% de la población y 15% (471,094) de los 3,182,273 millones de votantes registrados. Según la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO), “uno de cada siete votantes registrados es latino, y la alta participación de votantes hispanos podría decidir contiendas a través del estado”.
Marco Rubio ganó la primaria republicana en Florida por el escaño que dejó vacante el senador Mel Martínez, uno de los coautores de un plan de reforma migratoria. Rubio, empero, asumió posturas controversiales o no tan claras en las primarias.
NALEO resume algunas: excluir a los indocumentados del Censo decenal para fines de determinar la distribución de distritos al Congreso; o catalogar la demanda del Departamento de Justicia en contra de la SB1070 como “un despilfarro de recursos”.
El actual gobernador de Florida, Charlie Crist, quien apoya la reforma migratoria, también busca el escaño senatorial como candidato independiente. El aspirante demócrata será Kendrick Meek.
En Florida los votantes latinos representan 13% de los casi 12.5 millones de votantes registrados.
Queda por ver si rumbo a la elección general, estos candidatos tratarán de moderar sus posturas en temas como la inmigración para apelar a los electores latinos que si optan por salir votar en noviembre o si deciden quedarse en casa, pueden inclinar la balanza a favor o en contra de cualquiera de los dos principales partidos.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva y analista de America’s Voice