►A las 11:59 del 11 de mayo, el Título 42, que durante tres años permitió la remoción de 2.8 millones de migrantes sin la oportunidad de solicitar asilo, dejó de aplicarse, poniendo a prueba la capacidad de la administración de Joe Biden de manejar el anticipado aumento de migrantes que intentan cruzar hacia Estados Unidos, en gran medida para solicitar asilo. Pone a prueba además la capacidad de las ciudades fronterizas, de los albergues y de las organizaciones de apoyo en la frontera.
►La administración Biden ha reiterado que la frontera no está abierta y que aplicará el Título 8, es decir, que quienes crucen la franja sin documentos y sean detenidos serán deportados de manera expedita y enfrentarán severas penalidades.
►Mientras el drama en la frontera se desarrolla, en Florida el gobernador Ron DeSantis promulgó una severa ley contra los indocumentados de su estado y quienes los asistan. Se trata de otro intento republicano de usar la inmigración con fines politiqueros, y más DeSantis, quien tiene aspiraciones presidenciales. Las consecuencias de la nueva ley sobre los migrantes y sobre la economía del estado ya comienzan a sentirse.
►Por otro lado, la Cámara Baja de mayoría republicana, que ha obstruido todo intento de impulsar una reforma migratoria amplia, aprobó un proyecto de ley de inmigración centrado en la frontera, que, entre otras cosas, continuaría la construcción del muro iniciado por Donald Trump, y que mina las leyes de asilo. La medida, sin embargo, enfrenta obstáculos en el Senado de mayoría demócrata, mientras Biden ha indicado que vetará el proyecto si llega a su escritorio.
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