27/04/10 a 11:59am por Rafael Prieto Zartha
La comunidad hispana radicada en Estados Unidos demostraría que no tiene una pizca de dignidad si este próximo sábado 1 de mayo no sale a la calle a repudiar de manera tajante la ley estatal de Arizona 1070 que criminaliza a los inmigrantes indocumentados.
Los latinos deben salir a reclamar del presidente Barack Obama y del Congreso una solución definitiva a este monstruo de mil cabezas en que se ha convertido el problema migratorio.
Todos deben participar, y cuando digo todos me refiero a los que cuentan con la fortuna de ser ciudadanos, a los que tienen la suerte de ser residentes, a los que poseen un estatus de protección temporal, y a los directamente afectados.
En esta ocasión no hay excusas porque se trata de un momento crucial en la historia de la comunidad latina en este país, en el que se requiere parar un tsunami anti inmigrante.
La 1070 da vía libre a la aplicación de un perfil racial, cultural que eventualmente perjudicará a todos los latinos: A los hispanos descendientes de aquellos que poblaron desde tiempos inmemoriales el Suroeste. A los caribeños que han tenido la suerte de tener desde su nacimiento un estatus o ajustarlo porque se los garantiza una legislación especial. A los que se han arriesgado a hacer travesías en el mar en las peligrosas “yolas”. A los que han cruzado más de una frontera para montarse en el tren de la muerte y de las amputaciones. A los que han viajado en avión desde el sur y se han quedado infringiendo el plazo asignado, pero presumen de no ser indocumentados y llaman “ilegales” a los hispanos menos privilegiados.
La gravedad de lo ocurrido en Arizona es tal, que el diario La Opinión de Los Ángeles hizo un llamado a realizar un boicot contra ese estado en nombre de la Constitución.
“Expresemos nuestra indignación ante este atropello”, dice el editorial titulado “Diga NO a Arizona” del rotativo angelino.
Algunos han señalado que la 1070 desatará una situación de violación de derechos civiles como la que vivieron los afroamericanos cuando ardía el Sur en la década de los sesenta.
El propio presidente Obama criticó la medida, pero está por verse si tomará acciones administrativas para evitar el perfil racial y la persecución en un lugar donde el alguacil Joe Arpaio ha hecho desfiles públicos exhibiendo a los detenidos al estilo de la Edad Media.
El congresista Luis Gutiérrez insistió este domingo en el programa Al Punto con Jorge Ramos que la solución está en una reforma migratoria y que existe una ventana de oportunidad para tratarla entre finales de mayo y finales de julio.
No obstante, el liderazgo republicano relacionado con la reforma sigue rehusándose a abordarla, y de los labios de los senadores Lindsey Graham y Jon Kyl han salido expresiones destempladas.
Para seguir la saga de lo que está ocurriendo en los entretelones de la política es indispensable leer las columnas y los blogs de Maribel Hastings: “John McCain: Un pasito para atrás por favor”, “Que el ruido produzca nueces” y “Arizona: hacia atrás como el cangrejo”, que están disponibles en línea en los portales de America’s Voice en Español y AOL Latino.
En 1886 una huelga laboral en Chicago culminó con incidentes sangrientos. De ahí surgió la conmemoración del Primero de Mayo, como Día de los Trabajadores, que se celebra en esa fecha en la mayoría de los países del mundo, pero no aquí en Estados Unidos. Sin embargo, la reminiscencia ha servido desde hace 124 años para alcanzar reivindicaciones.
Este 1 de mayo habrá manifestaciones en más de cien lugares del país y la presión debe servir para catapultar cambios en las leyes migratorias. Mostremos dignidad.