18/05/09 a 10:35pm por Maribel Hastings
Un nuevo sondeo de America’s Voice preparado por Bendixen y Asociados sobre votantes hispanos y el tema migratorio envía claros mensajes a ambos partidos del Congreso y a la Casa Blanca: los republicanos tienen mucho trabajo por delante para enmendar su relación con los hispanos lastimada por permitir que un sector antiinmigrante defina el tema, mientras los demócratas no deben dormirse en los laureles al abordar asuntos de interés para los hispanos, particularmente en el frente migratorio.
La nueva encuesta conducida entre 800 hispanos en 13 estados de la Unión Americana, concluyó que tanto el presidente Barack Obama como los demócratas que controlan el Congreso gozan, hasta ahora, de la simpatía y de la buena voluntad de los hispanos que esperan, no obstante, que ambos concreten las promesas formuladas en el tema migratorio.
De hecho, según la encuesta, los hispanos confían más en Obama que en los demócratas del Congreso para “hacer lo correcto” en torno a la reforma: 83% cree que Obama “hará lo correcto” en el frente migratorio; 69% cree que los demócratas harán lo correcto; y sólo 23% cree que los republicanos harán lo correcto.
Asimismo, un 72% cree que Obama cumplirá con su promesa de avanzar legislación sobre la reforma migratoria en el primer año de su presidencia mientras 17% opinó que Obama romperá su promesa, y 11% respondió que no sabe.
Claro está, para que la reforma avance se requiere del liderazgo no sólo de la Casa Blanca sino del Congreso que le dará vida o la sepultará.
Obama insiste en que sigue en pie su promesa de avanzar la reforma migratoria comenzando este año, aunque aclara que la crisis económica ha retrasado el proceso. El nuevo sondeo, por cierto, demuestra que 69% de los hispanos cree que Obama puede abordar tanto el tema de la economía como el de la inmigración este año, mientras sólo 29% dijo que debe concentrarse en la economía y dejar para 2011 el tema migratorio.
Pero llegará el momento en que las palabras deberán ir acompañadas de acciones si la Casa Blanca y los demócratas esperan mantener y solidificar el apoyo hispano del que gozan. No sólo de promesas vive el hombre.
Con la mira puesta en la reelección del 2012 – y con los comicios de medio periodo en el 2010, cuando también se conduce el Censo que determina, entre otras cosas, la redistribución de distritos electorales-, la Casa Blanca y los demócratas quieren mantener el favor del voto hispano de su lado.
Pero mucho dependerá del liderazgo que demuestren en los asuntos de interés para los hispanos, uno de los cuales es la inmigración. Aunque en la encuesta la inmigración figura en cuarto lugar -de un total de seis alternativas- después de la economía, las guerras y la salud, un 82% de los latinos dijo que la inmigración es para ellos un asunto importante y 59% indicó que la inmigración es un asunto muy importante en sus vidas.
Los demócratas también deben evidenciar su compromiso con la reforma migratoria con acciones legislativas concretas. Tras la derrota de la reforma migratoria amplia en 2007, los demócratas, ya en la mayoría del Congreso, argumentaron que el ocupante republicano de la Casa Blanca, George W. Bush, no evidenció suficiente liderazgo para poder avanzar el tema que quedó sobre el tintero. Pues bien, ahora el Congreso y la Casa Blanca están bajo control demócrata.
Para los republicanos, la encuesta demostró que tienen una larga tarea por delante para enmendar su relación con los hispanos: sólo 23% de los latinos cree que los republicanos harán lo correcto en el frente migratorio, y apenas 11% cree que el Partido Republicano representa la opinión de los latinos en inmigración, comparado con 71% que eligió a los demócratas.
Asimismo, 64% de los latinos encuestados estuvo de acuerdo con la premisa de que por los pasados dos años el tono negativo y la retórica del debate migratorio ha generado un alza en la discriminación contra los hispanos. Más aún, 87% de los hispanos dijo que no votaría por candidatos que apoyen la salida forzosa de indocumentados del país y el 75% aseguró que votará en las elecciones de medio periodo de 2010.
Finalmente, algunos argumentarán que aunque los demócratas no atiendan asuntos de interés para los hispanos, como la inmigración, para fines prácticos no hay muchas alternativas. Pero las hay, y son la apatía y la falta de participación electoral y sería lamentable echar por tierra las ganancias obtenidas en 2008 en la participación electoral de los latinos, ganancias que finalmente contribuyeron al triunfo de Obama incluso en estados no tradicionales, y a que los demócratas ampliaran su mayoría en el Congreso.