WASHINGTON – Dos programas controversiales de presunto control migratorio, uno que apenas es propuesta, el E-Verify, y otro que ya se implementa pero que presuntamente quieren “mejorar”, Comunidades Seguras, enfrentaron la semana pasada escollos que ponen de relieve la necesidad de una reforma amplia de nuestras leyes de inmigración y no soluciones incompletas y desatinadas.
El proyecto E-Verify del congresista republicano de Texas, Lamar Smith, que nacionaliza y hace obligatorio el uso de bancos de datos del gobierno para determinar si los nuevos contratados están autorizados para trabajar, enfrentó no sólo la oposición tradicional de grupos pro inmigrantes sino el rechazo y cuestionamiento de grupos conservadores e incluso de algunos republicanos.
Este miércoles el Comité Judicial de la Cámara Baja retoma la discusión del proyecto que enfrenta su prueba de fuego en la presentación de enmiendas a ver si satisfacen las demandas no sólo de demócratas sino de algunos republicanos preocupados por el efecto del plan sobre la industria agrícola. Para acallar a esos críticos Smith presentó otro plan “genial” que pretende traer hasta medio millón de trabajadores agrícolas temporales anualmente en vez de legalizar a los que ya están aquí.
Por su parte, el reporte que emitió un grupo especial de trabajo con recomendaciones para “mejorar” el controvertido programa Comunidades Seguras, no fue precisamente de consenso porque algunos de sus integrantes renunciaron por considerar que las recomendaciones no corrigen las fallas del programa que ha impulsado el alza en la cifra de deportaciones.
Comunidades Seguras permite que policías locales y estatales cotejen las huellas digitales de inmigrantes detenidos con bancos de datos del FBI y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y aunque se supone que se enfoque en repatriar a verdaderos criminales, se calcula que 60% de los deportados con el programa no tenían historial criminal o sólo habían cometido delitos menores.
El ex jefe de la Policía de Sacramento, Arturo Venegas, Jr., uno de los integrantes que renunció al grupo, dijo a America’s Voice que “las recomendaciones hechas por la junta no arreglan nada (…) La gente que no merece ser deportada va a seguir siendo deportada y lo sabemos”. Según Venegas, las recomendaciones no enmiendan las fisuras que Comunidades Seguras ha generado entre los inmigrantes y la policía, desconfianza que irónicamente ha reducido la seguridad de las comunidades. Por miedo a la deportación menos personas reportan delitos así sean víctimas o testigos.
E-Verify y Comunidades Seguras equivalen a colocar una curita en una herida que requiere sutura.
Smith cree que el E-Verify liberará empleos para los estadounidenses pero, por el contrario, hasta 770,000 personas autorizadas para trabajar podrían perder sus trabajos por los errores que plagan a los bancos de datos; la medida supone además gastos de implementación de hasta 2,600 millones de dólares anuales para las pequeñas empresas que son el motor de la creación de empleos en Estados Unidos.
El E-Verify atenta contra la industria agrícola que depende en gran medida de la mano de obra indocumentada y que ya enfrenta una escasez de brazos que ha resultado en pérdidas millonarias de cosechas o en su traslado a México y Centroamérica. Y con el E-Verify los indocumentados no desaparecerán del país. Simplemente serán remunerados fuera del sistema tributario resultando en menos ingresos para el fisco, hasta 17,300 millones de dólares menos en una década, según la Oficina de Presupuesto del Congreso.
Comunidades Seguras, por su parte, no le hace honor al nombre. La falta de confianza es algo muy difícil y a veces imposible de recuperar y en estos momentos para muchos en la comunidad inmigrante la policía es sinónimo de agente de inmigración. En honor a la verdad, sería mejor que desapareciera si no puede implementarse adecuadamente. Las recomendaciones formuladas apuntan a algunas de las fallas pero señalarlas no implica que en la práctica vayan a verse cambios.
Desconozco si los motines iniciales cuestionando ambos programas tendrán repercusiones reales sobre el futuro de los mismos.
Lo que sí es real es los dos programas, el E-Verify, aunque sea enmendado, y Comunidades Seguras “mejorado”, le hacen honor al refrán que reza que aunque la mona se vista de seda, mona se queda.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice