16/09/09 a 4:05pm por Maribel Hastings
La propuesta del Senado para reformar el sistema de salud de Estados Unidos fue presentada hoy y grupos pro inmigrantes y algunos legisladores demócratas argumentaron que en su esfuerzo de evidenciar sin lugar a dudas que los indocumentados no tendrán cobertura, la Casa Blanca y el Senado agregaron lenguaje restrictivo que tiene el potencial de afectar a residentes legales y a 4 millones de niños ciudadanos de este país cuyos padres son indocumentados.
Las restricciones a los inmigrantes tienen consecuencias desde el punto de vista de salud y humano, y a largo plazo pueden tener consecuencias políticas para ambos partidos, advirtieron.
La propuesta mantiene la espera de cinco años para que residentes legales sean elegibles para los beneficios de Medicaid como contempla la ley actual.
Asimismo, el plan impide que los indocumentados compren con su propio dinero pólizas en el fondo de seguros privados conocido como intercambio. Estas personas, sin embargo, pueden adquirir seguro para sus niños que son ciudadanos, aunque los grupos argumentan que por miedo a las autoridades muchos no lo harán, como ocurre al presente con Medicaid y S-CHIP.
En una teleconferencia organizada por el grupo pro inmigrante America’s Voice, diversas agrupaciones condenaron que los demócratas del Senado y la Casa Blanca hayan capitulado a presiones republicanas en el lenguaje del plan de reforma sanitaria a pesar de que era específico en prohibir cobertura a indocumentados.
Según el Reverendo Luis Cortés, presidente de Esperanza USA, “el Congreso de Estados Unidos ha perdido su barómetro moral. Los partidos políticos adoptan las medidas más severas para demostrar quién es más duro con los más débiles entre nosotros”.
Y agregó: “Esperábamos que el Partido (Demócrata) que controla la Cámara Baja, el Senado y la Rama Ejecutiva trajera sanidad a la discusión sobre inmigración y estamos realmente decepcionados. Lo que podemos hacer en este punto es seguir cada elección local y castigar a esos individuos, independientemente de su partido, que nieguen derechos a inmigrantes legales y niños, y a los más pobres de nuestra nación, los indocumentados”.
Frank Sharry, director ejecutivo y fundador de America’s Voice, indicó que todo demuestra la urgencia de una reforma migratoria integral que evite que no haya que elegir a quién proveer o no cobertura médica y que quite del medio al tema que los extremistas siempre emplean para descarrilar todo tipo de legislación.
Estas son algunas de las cláusulas de la propuesta senatorial vinculadas al tema de los inmigrantes:
• Sólo ciudadanos y residentes legales tendrían derecho a solicitar subsidios federales para poder comprar pólizas en el llamado intercambio. Los indocumentados no tienen derecho a obtener subsidios o créditos federales para comprar seguro en el intercambio. Pero incluso se les prohíbe comprar pólizas en el intercambio con su propio dinero.
• Aunque los indocumentados no podrán comprar pólizas privadas con su dinero en el intercambio, sí podrán adquirirla para sus hijos ciudadanos. Se calcula que en Estados Unidos hay 4 millones de niños que son ciudadanos de EEUU con padres indocumentados.
• Se fija un sistema de verificación de identidad para garantizar que sólo ciudadanos y residentes legales adquieran cobertura. Se emplearían datos como el Seguro Social para determinar la elegibilidad.
• Para determinar cuánto dinero recibirá una familia en la forma de subsidios federales para comprar seguro, sólo se tomarán en cuenta los ciudadanos y residentes legales que vivan en ese hogar. Es decir, que una familia mixta donde hay indocumentados, esas personas sin documentos no serán contadas a la hora de determinar la cantidad de dinero que recibirá la familia en subsidios. El resultado es que se reduce el monto del subsidio para ciudadanos o residentes legales aunque estén obligados a comprar la póliza.
Eric Rodríguez, vicepresidente del Consejo Nacional de la Raza (NCLR), condenó que la Casa Blanca y los demócratas del Senado no emplearan esta oportunidad para seguir derribando barreras que impiden a residentes legales recibir asistencia en los primeros cinco años de residencia como contempla la ley actual.
Por el contrario, dijo, el tema de los indocumentados ha dominado el debate aunque desde un principio se sabía que no tendrían derecho a cobertura.
Se calcula que hay 28 millones de residentes legales en EEUU y de esos, siete millones no tienen seguro médico.
De otra parte, se calcula que hay más de 12 millones de indocumentados en EEUU y de esos el 60%, es decir, entre siete y ocho millones no tienen seguro médico. El restante 40% lo tiene a través de su empleo o porque lo compra.
Pero lo increíble, declaró el congresista demócrata de Illinois, Luis Gutiérrez, es que se impida a los indocumentados comprar seguro con su propio dinero en el llamado intercambio.
“El intercambio es como un mall donde vas y usas tu dinero para comprar algo, en este caso un seguro médico, y ahora resulta que si eres indocumentado y puedes comprar ese seguro privado sin ayuda del gobierno ¿no puedes hacerlo?”, cuestionó Gutiérrez.
Condenó a Obama por decir que quería sacar a la gente sin documentos de las sombras, pero ahora con estas acciones las está relegando aún más a esas sombras. “No puedes afectar a la misma gente que decías que queries ayudar”, declaró Gutiérrez, el primer legislador hispano en apoyar a Obama cuando era aspirante presidencial.
Y agregó, ¿por qué el odio siempre tiene que ganar?