tags: , Análisis

El rostro humano de la migración

Compartir este:

La administración de Joe Biden ha implementado algunos programas para proveer vías legales de ingreso a Estados Unidos evitando que los migrantes opten por cruzar sin documentos y por rutas peligrosas, lo que a su vez reduce la presión en la frontera. Uno de esos programas es el permiso humanitario para nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela (CHNV). Pero 21 estados gobernados por republicanos y encabezados por Texas, demandaron al gobierno federal para cancelar el programa que catalogan de “ilegal”. El caso Texas v. DHS se vio en un juicio de dos días la semana pasada. Se espera que en un mes el juez emita un fallo sobre el futuro de este vital programa que ha cambiado vidas. Entretanto, quienes no son elegibles para este tipo de programas siguen desafiando a la misma muerte para llegar a la tierra prometida que ven en Estados Unidos. Y si tratan de ingresar por Texas, se topan con un muro flotante hecho de boyas instalando por el gobernador de Texas, Greg Abbott, que los propios migrantes aseguran no es más fuerte que su deseo de pisar suelo estadounidense en busca de una mejor vida. Otros todavía no llegan a la frontera y están cruzando la peligrosa selva del Darién entre Panamá y Colombia en su ruta a Estados Unidos. Hasta el mes de julio, 300,000 migrantes la han atravesado.

►Karen García dejó Venezuela en busca de mejores oportunidades. Su hermana falleció por falta de cuidados médicos adecuados. Cuando su padre enfermó gravemente de Covid 19, Karen comenzó a mover cielo y tierra para buscar la forma de traerlo. El permiso humanitario CHNV abrió esa puerta y Karen pudo patrocinar a su padre y a su hermano. Karen cuenta que cuando su papá llegó a Estados Unidos dibujó un corazón y escribió en letras negras en su diario: “¡¡Llegamos a la tierra de la libertad!!” “Está tan feliz de estar aquí. Agradecido con el simple hecho de tener luz, agua, aire acondicionado, comida. Es una cuestión de supervivencia a estas alturas, de darle dignidad”. Por su parte, la nicaragüense de 27 años de edad, Alisa Pereira, fue patrocinada por su tía. “Para mí, esta demanda podría terminar con la posibilidad de volver a encontrarme con mi familia en este país, que es libre. Y para mí significa incertidumbre, porque no sé qué pasaría conmigo si este programa termina”.

Artículo de El Nuevo Herald  titulado “Juicio de programa de parole crea incertidumbre entre familias inmigrantes de la Florida”, sobre la preocupación que genera el proceso judicial que decidiría el futuro del permiso humanitario CHNV.

►El muro flotante de boyas en Texas viene a sumarle más peligros a quienes intentan cruzar sin documentos. La semana pasada la desesperación fue tal, que un grupo de 150 migrantes se lanzó al río para ver si juntos podían llegar a Estados Unidos. “Todos queremos llegar al Sueño Americano que está del otro lado”.

César, un migrante guatemalteco que intenta llegar a Estados Unidos, entrevistado en la frontera por Noticias Telemundo.

“Las organizaciones humanitarias no damos abasto ante el incremento de personas que llegan a diario. En las últimas semanas hemos tenido días de hasta 3,000 migrantes en un solo punto”, informó el coordinador de terreno de Médicos sin Fronteras (MSF) en el Darién panameño, José Lobo. “Son más 2,000 personas que a diario se ven forzadas a enfrentar riesgos como lesiones y ahogamientos por las condiciones geográficas, robos, agresiones y violencia sexual por cuenta de las bandas criminales. Luego, a su llegada a Panamá, no encuentran la atención que necesitan”, denunció MSF. 

Artículo de La Opinión sobre las dificultades de grupos de asistencia, como Médicos sin Fronteras, ante la avalancha humana que está llegando a Panamá desde Colombia por la selva del Darién en su ruta a Estados Unidos. En lo que va de agosto han llegado 50,000 migrantes a la región. Hasta julio, 300,000 han atravesado la selva.