18/03/09 a 7:32am por Maribel Hastings
Contabilizar adecuadamente a las minorías durante el Censo decenal siempre es tarea complicada y hacerlo en medio de una clima antiinmigrante es uno de los principales retos que tienen los grupos que tradicionalmente ayudan al Censo a garantizar un conteo más exacto de los sectores de la población difíciles de accesar.
Aunque la práctica común es suspender las redadas en medio del Censo, grupos que velan por la exactitud del conteo consideran que lo mejor es lograr una reforma migratoria amplia antes del Censo 2010 o medidas administrativas que resulten en una revisión efectiva del tema de las redadas.
Después de todo, afirman, los sectores que evitan el conteo por el temor a las autoridades son los mismos que se verán más afectados cuando sus estados o localidades no reciban los fondos adecuados para los diversos programas y servicios que se reparten basándose en el Censo.
Arturo Vargas, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Designados (NALEO), dijo a America’s Voice que es urgente tanto la reforma migratoria como medidas administrativas inmediatas que pongan fin a las redadas.
“Es importante resolver este asunto hoy, antes de que llegue el Censo, porque lo peor que puede suceder es pedir la suspensión de deportaciones durante el conteo “como suele hacerse- y que la gente diga que sólo se está haciendo para contar a los indocumentados para fines de repartir los escaños de la Cámara Baja”, indicó Vargas.
“Tenemos que separar estos dos asuntos, el de las redadas y el Censo”, agregó Vargas a AV tras participar de un foro sobre el Censo en la Institución Brookings.
Las razón es obvia y es que el Censo no sólo determina cómo se distribuyen más de 300,000 millones de dólares en fondos federales para los estados y localidades sino que las cifras se usan para redistribuir distritos electorales.
Aunque la Constitución establece claramente que el Censo debe contablizar a todos los residentes del país y esto supone que se haga independientemente de su situación migratoria, nunca faltan las propuestas republicanas para enmendar la Constitución e impedir el conteo de indocumentados.
“Este año no hemos visto ningún proyecto republicano hacia esos fines y me sorprende, pero creo que sí habrá un esfuerzo para evitar no tanto que no se cuenten los indocumentados sino que no se consideren para el reparto de los escaños de la Cámara Baja”, agregó Vargas.
Otro de los temores es que el mismo sentimiento antiinmigrante provoque algún tipo de movimiento para intimidar todavía más a los inmigrantes legales o indocumentados y en general a la población hispana para evitar que participen del conteo. Esto considerando que muchas familias hispanas son integradas por personas con diversa situación migratoria.
“Mi peor pesadilla es que un Minuteman trabaje para el Censo (visitando casa por casa), y eso puede suceder”, agregó Vargas.
Dijo además que NALEO junto a otros grupos y medios de comunicación hispanos como impreMedia,Entravisión y Univisión, trabaja en una nueva campaña denominada Ya es Hora, Hágase Contar para promover la participación de hispanos en el Censo. La campaña sigue el modelo de las dos previas para movilizar a personas a naturalizarse y para registrarse y votar.