04/05/10 a 8:11am por Rafael Prieto Zartha
Sin una gota de miedo 2,500 personas, en su inmensa mayoría inmigrantes, se congregaron este Primero de Mayo frente a la cárcel de Charlotte para exigir la abolición del programa de deportaciones 287(g), repudiar la ley S.B. 1070 de Arizona, que criminaliza a los indocumentados, y pedir una reforma migratoria integral.
Los asistentes gritaron hasta desgañitarse “Sí se puede”; “Obama escucha, estamos en la lucha”; “Sí a la educación, no a la deportación”; y lanzaron un mensaje de amor a los inmigrantes recluidos en el centro de detención, que ha servido de trampolín para colocar en proceso de deportación a 9,000 indocumentados desde 2006.
En la protesta había un hombre disfrazado de payaso, con cachetes rosados y nariz roja, que portaba un cartel en el que se leía: “Sí a las escuelas, sí a las bibliotecas, sí a los trabajos, sí a las familias, NO más 287g”. El aviso contenía una frase de cierre: “En solidaridad con la gente de Arizona”.
Una manifestante increpó al bufón diciéndole: “tiene que aclarar que eso (el texto del afiche) es en serio”. Pese a que tenía la boca dibujada literalmente una sonrisa carmesí, el hombre asintió muy circunspecto moviendo la cabeza.
Y es que la ley de Arizona ha levantado en las familias inmigrantes de todo el país la conciencia de que el problema migratorio va de mal en peor y la solución no se evidencia.
Lo que leen, escuchan y ven en las noticias son palabras y promesas, pero nada concreto que pare las deportaciones y la separación familiar.
Millares de millares salieron a las calles de un centenar de localidades el país con sus camisetas blancas y las banderas de Estados Unidos para decir este Primero de Mayo que “todos somos Arizona” y que el cáncer de la 1070 se tiene que parar.
No obstante, los promotores de la normativa van viento en popa con sus planes de extender la ley a otros estados.
En Carolina del Sur un representante presentó una legislación similar en la Cámara Baja. Dos aspirantes a la Gobernación, uno a la de Colorado y otro a la de Georgia, dijeron que firmarían una ley como la de Arizona. Legisladores y candidatos a puestos estatales de Utah, Misuri, Texas, Maryland, Carolina del Norte, Oklahoma, Nebraska, Minnesota, Alabama y California han expresado que someterán propuestas parecidas.
Detrás de gran parte de las normativas anti inmigrantes están organizaciones que han sido denunciadas como promotoras de odio y por tener vínculos con supremacistas por el Southern Poverty Law Center (SPLC).
La autoría intelectual de la 1070 se atribuye a Kris Kobach, abogado del Instituto Legal de Reforma Migratoria (IRLI), que es un brazo de la Federación Americana para la Reforma Migratoria (FAIR), que se opone a la legalización de los indocumentados.
De acuerdo con datos recabados por la agencia de noticias Reuters, en los primeros tres meses de 2010 se han presentado 1,180 proyectos de ley y resoluciones relacionadas con inmigrantes en las legislaturas estatales del país.
Desde 2005 las propuestas han estado orientadas a restringir la expedición de licencias de conducir, el acceso a servicios de salud y la educación a los inmigrantes.
Sin embargo, la comunidad tiene la experiencia de derrotar iniciativas malévolas. En 1994 en California se aprobó en las urnas la anti inmigrante Proposición 187, que fue retada y hundida en las cortes.
Seguramente esta vez también prevalecerá la razón, pero mientras el presidente y el Congreso no modifiquen las leyes migratorias millones de personas estarán sujetas a que les apliquen medidas que han sido comparadas con las leyes Jim Crow, que discriminaban a los afroamericanos, y con las tácticas de la Gestapo de los nazis.
Rafael Prieto Zartha es asesor de medios de comunicación en español de America’s Voice