28/01/10 a 3:43pm por Maribel Hastings
Se esperaban tres palabras de labios del presidente Barack Obama: Reforma Migratoria Integral o Comprehensive Immigration Reform, para quienes dominan el idioma de Shakespeare.
Pero lo que escuchamos de Obama en su discurso sobre la situación del país fue que hay que seguir trabajando para componer nuestro maltrecho sistema migratorio.
Ciertamente hay que componer el quebrantado sistema migratorio y para hacerlo se requieren las tres palabras mágicas: reforma migratoria integral.
Como dijo el director ejecutivo de America’s Voice, Frank Sharry, “sabíamos que la mención de Obama de la reforma migratoria sería acelerada, pero no esperábamos que fuera a 75 millas por hora”.
No voy a iniciar una diatriba sobre lo que debió decir o no Obama, cómo debió decirlo, aunque sí diré que pudo haber mostrado mayor liderazgo y fuerza al hablar del asunto, urgir al Congreso a trabajar de forma bipartidista para solucionar de una vez y por todas este asunto que no desaparecerá por mucho que se ignore; o que debió vincular la reforma migratoria a la recuperación económica, y decir cómo la legalización generaría miles de millones de dólares en ingresos tributarios a las arcas del país.
Lo curioso es que buena parte de estos argumentos sí se incluyeron en el documento que circuló la Casa Blanca como guía al discurso.
Esto dijo Obama en el discurso: “Y debemos continuar trabajando para componer nuestro maltrecho sistema migratorio para asegurar nuestras fronteras, aplicar nuestras leyes de manera que todos los que siguen nuestras reglas puedan contribuir a nuestra economía y enriquecer nuestra nación”.
Pero la guía dice que “el presidente está complacido por el hecho de que el Congreso está tomando los pasos hacia una reforma migratoria que incluya medidas efectivas de seguridad fronteriza con una vía de legalización para aquellos dispuestos a pagar impuestos y respetar la ley. (El presidente) está comprometido a enfrentar este problema con mecanismos prácticos y efectivos, empleando las herramientas a nuestra disposición mientras trabajamos con el Congreso para promulgar una reforma amplia”.
Palabras con luz que muchos quisieron escuchar anoche de labios del presidente, pero que no formuló.
No obstante, en una rueda de prensa hoy jueves el líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, declaró que el compromiso con la reforma migratoria integral sigue siendo real y afirmó que “el presidente no ignoró” el tema de la reforma migratoria, “el presidente está comprometido con este tema”. “En el pasado hemos trabajado duro en el tema de la reforma migratoria y seguiremos haciéndolo”, dijo Reid.
No quiso, empero, fijar fechas de acción, aunque agregó “pero seguimos comprometidos y haremos esto lo más pronto que podamos”.
El senador demócrata de Nueva York, Charles Schumer, quien preside el panel senatorial de inmigración y encabeza los esfuerzos para tratar de arribar un lenguaje de reforma migratoria que atraiga apoyo bipartidista, declaró que “estamos teniendo progreso y seguiremos teniéndolo… Las cosas van bien y estamos tratando de abordarlo de manera bipartidista”. “Necesitamos dos demócratas y dos republicanos tras este esfuerzo, no hemos llegado a ese punto, pero seguiremos trabajando”, declaró Schumer quien por cierto mencionó que incluso se reunió con Lou Dobbs “quien como ustedes saben está cambiando su postura sobre este asunto”.
Obama no pronunció las tres palabras pero como a las palabras y a las promesas se las lleva el viento, ahora nos resta esperar por acciones concretas de la Casa Blanca y del Congreso en el frente migratorio, acciones que hablen más que mil palabras.