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CHIRLA: contacto directo y constante, clave para que los latinos voten

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LOS ÁNGELES, California – La Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) y el CHIRLA Action Fund se han dado a la tarea de, por una parte, educar a los votantes sobre las Proposiciones que aparecerán en la boleta electoral el 6 de noviembre en este estado y, por otra, garantizar que voten y que lo hagan por candidatos que verdaderamente velen por sus intereses.

La Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) tiene instalado un centro de llamadas para entrar en contacto con potenciales votantes, a fin de convencerlos sobre la necesidad de registrarse y ejercer el derecho a sufragar.

Esperan llegar a 216,000 electores de baja propensión para votar: latinos, migrantes, mujeres e incluso afroamericanos en uno de los distritos donde están operando.

Esta organización, que lleva décadas trabajando en favor de los inmigrantes, no deja nada a la suerte, y utiliza sus dos sombreros, CHIRLA, como grupo no partidista (C3), y CHIRLA Action Fund, para conducir esfuerzos políticos (C4), a fin de informar a los votantes, por un lado, y, por el otro, para instarlos a apoyar o rechazar a determinados candidatos.

Diana Colín es directora del programa cívico de CHIRLA y también directora de programas de CHIRLA Action Fund.

Con base en el programa C3 están informando a los votantes sobre las proposiciones que aparecerán en la boleta electoral este año, en particular dos de ellas: piden un Sí la Proposición 10, que permite a los gobiernos locales fijar ordenanzas para regular el aumento de los alquileres; y un No a la Proposición 5, que aumentaría los impuestos a los propietarios de casas. 

“Estamos haciendo llamadas a 34 condados y tocando puertas en 38 regiones”, explica Colín.

CHIRLA espera llegar a 216,000 electores de baja propensión para votar, entre latinos, migrantes, mujeres e incluso afroamericanos.

“Las dos organizaciones están bajo el Proyecto del Poder del Votante Inmigrante y la idea es llegar a 216 mil votantes que ningún partido, ningún candidato, se están esforzando en hablar con ellos”, señala.

El CHIRLA Action Fund tiene como objetivo a los votantes de baja propensión en tres distritos del Congreso: el 21, donde están pidiendo un voto en contra del congresista republicano David Valadao; el 25, donde están pidiendo un voto a favor de la demócrata Katie Hill; y el 39, donde están pidiendo un voto a favor del demócrata Gil Cisneros.

“Queremos hablar con estos votantes entre cuatro y siete veces de diferentes maneras para asegurarnos de que salgan a votar”, indica Colín. Esta campaña también consiste de llamadas y visitas casa por casa.

“Nacionalmente nunca le hacen caso a California porque es azul y va a ganar un demócrata (en las elecciones generales). Pero hay que explicarle a la gente que sus representantes al Congreso son republicanos que están votando en contra de ti como inmigrante, en contra de las mujeres, de estudiantes, de la comunidad LGBTQ, y tenemos la oportunidad de quitarlos (de sus puestos)”, agrega.

“La otra cosa que está emocionando a los votantes latinos es que está (el senador estatal) Kevin de León en la boleta. La gente ve a alguien como ellos, como de su familia, que se asemeja a nosotros, que habla nuestro idioma, que viene de donde nosotros venimos”, indica Colín. De León reta a la también demócrata Dianne Feinstein, quien busca reelegirse para un quinto periodo en el Senado federal.

“Los candidatos y los partidos no están invirtiendo en los votantes latinos ni en los votantes inmigrantes, pues creen que no votan o que no lo hacen frecuentemente. Piensan que tienen que gastar mucho dinero en sacarlos a votar y prefieren invertir ese dinero en comerciales de televisión. Y sabemos que estos comerciales en la televisión solamente confunden a nuestra comunidad que necesita que la llamen por teléfono, que toquen a su puerta y les expliquen el proceso. Es cuestión de ganarse su confianza. Es una labor más difícil que colocar un comercial en la tele, pero nosotros asumimos el reto de hacer el trabajo difícil”, afirma Colín.

Por ejemplo, explica, a nivel estatal “de la gente que registramos para votar en California (en las elecciones de noviembre de 2016), el 72% salió a votar. Pero de los que contactamos y hablamos directamente con ellos, el 84% salió a votar en noviembre de 2016, lo que siginifica que hablar con estas personas de cuatro a siete veces funciona”.

De hecho, dice, “hablarles en su idioma funciona”.

CHIRLA ha sido una de las organizaciones comunitarias que lleva décadas trabajando en California en favor de los inmigrantes.

Y para hablarles, CHIRLA y el CHIRLA Action Fund operan un centro de llamadas desde su edificio sede en Los Ángeles, del que está a cargo Soila Rodríguez.

Visitamos el centro de llamadas el pasado miércoles y estaba lleno a capacidad.

“Somos de 30 a 31 personas y trabajamos a diario por espacio de ocho horas. Estamos hablando con 2 mil personas diariamente”, indica Rodríguez.

“Empezamos el 10 de septiembre y seguiremos haciendo llamadas hasta el 6 de noviembre, el día de las elecciones”, concluyó.

Fotos: David Torres/America’s Voice.