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Alienígenas y oxímoros

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06/10/09 a 7:48pm por Rafael Prieto Zartha

Bitácora

Por enésima vez la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ) está solicitando a los profesionales de la comunicación y a los medios de difusión que no estigmaticen a los indocumentados radicados en Estados Unidos con el término despectivo de “ilegales”.

Iván Román, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ), hizo el pedido tomando en consideración lo candente que está el debate de la reforma de salud y lo ácido que se ha puesto desde que le añadieron el delicado ingrediente del tema migratorio.

“Utilizar de este modo el término “ilegales” es gramaticalmente incorrecto e incluso llega a deshumanizar y convertir en criminal a la persona, no la acción que supuestamente haya cometido”, dijo la NAHJ en un comunicado, circulado a mediados de septiembre.

Con el mismo membrete de la letra Ñ, que distingue a la NAHJ, en 2006, durante la maravillosa primavera de las multitudinarias marchas, Verónica Villafañe, la entonces presidenta de la organización de periodistas latinos, hizo un llamado similar.

Previamente, a principios de esta década, Cecilia Alvear, siendo también presidenta de la NAHJ, logró la publicación de un impreso práctico de 68 páginas, que ya lleva dos ediciones y va para la tercera: “Latinos en los Estados Unidos”, Guía de Recursos para Periodistas. Precisamente, en el capítulo dedicado a las palabras claves, la NAHJ sentó la filosofía sobre la terminología de inmigración sin atenuantes: La preferencia del uso de la palabra “indocumentado” sobre “ilegal” en todas sus formas.

Sin embargo, poco caso se le ha hecho a las exhortaciones de la NAHJ en los medios en inglés, así haya contado en su empeño con el respaldo de la Asociación de Periodistas Negros (BJA), la Asociación de Periodistas Asiático Americanos (AAJA) y la Asociación de Periodistas Nativos Americanos (NAJA), desde 1994.

Fue hace 15 años, en Atlanta, durante UNITY, la súper conferencia cuatrienal de los periodistas minoritarios, cuando las organizaciones fijaron una política unida en contra de los vocablos en inglés “illegal alien” y “alien”. “Esos términos son considerados peyorativos no sólo por aquellos a los que se les aplica sino por mucha gente del mismo origen étnico y nacional que está legalmente en Estados Unidos”, firmaron en un documento las cuatro instituciones.

La respuesta en los medios de comunicación en inglés a los clamores y las declaraciones para que los indocumentados sean definidos de una forma apropiada, descartando el señalamiento de “ilegales”, ha sido de oídos sordos.

En contraste, la mayoría de los medios de comunicación en español del país han tenido claridad y sensibilidad al definir a quienes no tienen estatus migratorio como “inmigrantes indocumentados”.

El tema de la terminología volvió a ser tratado por profesionales de los medios de comunicación en julio pasado, durante un encuentro en Washington, sobre cobertura de inmigración patrocinado por el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ).

En la mesa redonda, auspiciada por USA Today, que se puede ver en la internet, se mencionó marginalmente la posición de la NAHJ.

Más bien, durante la sesión se promovió el uso de “inmigrante ilegal”, lo cual fue rebatido por Rosemary Jenks, de la organización anti inmigrante NumbersUSA, junto con “inmigrante indocumentado”, considerándolo como un oxímoron, es decir como una expresión contradictoria.

NumbersUSA hace la argumentación basada en un supuesto legalismo: que inmigrante es sólo aquel que tiene un estatus de residente permanente en Estados Unidos.

La premisa de NumbersUSA es boba, porque los términos migrar, emigrar e inmigrar existieron en inglés y español, siglos antes de que en Estados Unidos se emitiera la Ley de Exclusión de los Chinos en 1882, cuando comenzaron las regulaciones para el ingreso de gente al país.

Durante el debate, Alejandro Domínguez, de La Raza del Noroeste de Seattle, Washington, tuvo la valentía de defender el concepto de que la publicación para la que trabaja está dirigida a la comunidad inmigrante, por lo que excluye los términos ofensivos.

No obstante, cometió un gazapo verbal, dijo que no había una traducción correcta en español para “alien”. Yo que soy terco me puse a revisar el Diccionario de la Real Academia Española y ¡Eureka! encontré que sí la hay. El término es alienígena y además tiene el mismo origen del latín, de donde procede la palabra inglesa.

Ahora que representantes de las organizaciones pro inmigrantes conceden que “inmigrante ilegal” sería admisible ¿por qué no agacharse más? La poca dignidad que queda se puede entregar concediendo el uso de “alienígena” en español.

En esta época en que los dirigentes de la defensa de los trabajadores inmigrantes bajan los brazos y proponen discutir la reforma migratoria a retazos ¿Por qué no exteriorizar pusilanimidad?

Alienígena concuerda perfectamente con el espíritu que ha prevalecido en los medios de comunicación en inglés y en los grupos anti hispanos para describir a los inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos, significa extranjero, extraterrestre, extraño y no natural. Así que no hay duda, los “aliens” son “alienígenas” y los “illegal aliens” son “alienígenas ilegales”.

Rafael Prieto Zartha es un periodista y columnista de origen colombiano radicado en Carolina del Norte

rprietoz@hotmail.com

Las opiniones expresadas son del autor, Rafael Prieto Zartha, y no representan los puntos de vista de Maribel Hastings o de America’s Voice