LOS ANGELES, CA – El pasado mes de febrero, el Secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, vino a esta ciudad y en un acto simbólico repartió plumas a algunos indocumentados para que llenaran sus peticiones del DACA ampliado (Acción Diferida para Llegados en la Infancia) y de DAPA (Acción Diferida para los Padres de Ciudadanos y Residentes Permanentes). Hoy, 19 de mayo, DAPA habría entrado en vigor, pero ambas acciones ejecutivas están paralizadas por un litigio en su contra encabezado por 26 estados, 24 de los cuales son gobernados por republicanos.
Como en diversas ciudades a través del país, inmigrantes y sus familias convergieron en Los Angeles en un evento convocado por la campaña Ready California para pedir que se destraben las acciones ejecutivas paralizadas por un litigio de claros matices políticos.
Y mientras tanto, DAPA y DACA entraron al léxico de los políticos según se adentran en la lucha por la Casa Blanca en 2016.
Hillary Clinton, la precandidata presidencial demócrata, dice que defenderá DACA y DAPA con uñas y dientes, e incluso habla de ampliar estas acciones ejecutivas para beneficiar a una cifra mayor de personas, en caso de que sea electa y el próximo Congreso tampoco apruebe una reforma migratoria amplia.
Entre los republicanos, el ex gobernador de Florida, Jeb Bush, y el senador del mismo estado, Marco Rubio, rechazan las acciones ejecutivas, pero reconocen que el DACA de 2012 no debería revocarse automáticamente porque afectaría a quienes han obtenido permisos de trabajo a través del programa. Pero para ambos, DACA y DAPA 2014, estancados en tribunales, no deberían proceder.
Las promesas y los dimes y diretes políticos no le sirven de mucho consuelo a los inmigrantes que han visto sus esperanzas, una vez más, quedarse en veremos.
Por ejemplo, personas como Nancy, indocumentada con dos hijas ciudadanas estadounidenses, dice: “Es algo frustrante, porque si uno vive en la oscuridad, nuestros hijos también, aunque sean ciudadanos, como es mi caso”.
“Para mí es muy deprimente esto. El presidente tiene poderes ejecutivos… y porque un juez haya dicho no, todo se pare. Pero en las próximas elecciones no va a ganar un republicano. Yo no voto, pero saco gente a votar”, afirmó Nancy.
Sylvia lleva 19 años viviendo sin papeles en Los Angeles. Uno de sus hijos fue deportado. Otro, de 18 años de edad, es ciudadano.
Su hijo está a punto de registrarse para votar. “Mi hijo apoya a Hillary (Clinton). Tenemos fe en que cumpla las promesas que ha hecho”, indicó.
Diana Bucio, de 26 años de edad y ciudadana, tiene familiares que se habrían beneficiado de DAPA y DACA 2014. “Ha sido decepcionante ver cómo se han quedado esperando”, indicó
Bucio votó por Obama en 2012. Sobre si confía en las promesas de Hillary, dijo: “Creeré cuando vea resultados”. Y agregó: “No soy persona de creer en falsas promesas. Cuando vea la acción, entonces creeré”.
Sobre si votará por Hillary, aseguró que “haré mi tarea de estudiar sus posturas”. Pero de lo que está clara es que las posturas migratorias de los aspirantes presidenciales definirán por quién vote: “Estoy abierta al bando que responda mejor a mis intereses. El candidato que apoye DAPA y DACA y la reforma migratoria será por quien me incline, pero primero haré mi tarea de investigar”.
Janet Herrera Bucio, de 27 años de edad, también es ciudadana y votó por Obama en 2012 y tiene familiares que podrían beneficiarse de DAPA y DACA.
“No creo mucho en promesas de los políticos”, indicó Janet. Su confianza está puesta, dijo, en la movilización con el poder del voto, un poder que puede presionar por las soluciones que requiere la comunidad, sobre todo en materia de reforma migratoria.
Como Diana, ella también está escuchando las propuestas de los políticos. De Hillary dijo: “Vamos a ver qué pasa”. Los republicanos no apelan a sus intereses, señaló.
No hacía falta que Johnson repartiera plumas. A pesar de los temores y la desconfianza, muchos inmigrantes tanto en Los Angeles como en otras partes del país, están listos para solicitar DACA y DAPA. Pero como tantas otras veces, la espera continúa mientras vuelven a ser balón político de otra elección presidencial.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice