Algunos conservadores llaman al Partido Republicano a repetir la estrategia de Romney de “Sólo blancos”
Washington, DC – ¿Recuerda la temporada electoral de 2012 cuando Mitt Romney se enfocó fundamentalmente en movilizar a los votantes blancos, abogando por la “autodeportación” y alienando a los votantes latinos tan profundamente que eso ayudó a Barack Obama a ganar los estados indecisos de Florida, Virginia, Nevada y Colorado? ¿Recuerda la estampida postelectoral de comentaristas conservadores que reconocían que Romney y el Partido Republicano tenían un problema con el votante hispano y que la respuesta era estar bien con ellos y ayudar a aprobar la reforma migratoria? Bueno, algunos conservadores han decidido olvidar todo eso y retirarse a su zona de confort. Liderados por Britt Hume, Byron York, Rush Limbaugh, Sean Hannity, Sean Trende, Michelle Bachman, Pat Buchanan y Phyllis Schlafly, la notable y no tan nueva idea puede resumirse así: ¡Repitamos la Estrategia del Sur!
Benjy Sarlin, de MSNBC, escribe: “Si las elecciones de 2012 fueron una llamada de atención para los republicanos a fin de abordar su relación con los votantes latinos, el debate migratorio de 2013 está empezando a parecerse a un trapo empapado de cloroformo. Tras la sorprendente derrota de noviembre, una serie de republicanos influyentes argumentó que la reforma migratoria era la mejor oportunidad del partido para atraer a los votantes latinos antes de que se convirtieran en demócratas de manera permanente. Pero en tan sólo ocho meses, una contraargumentación se ha afianzado en los círculos conservadores, alimentada por un astuto grupo de cabilderos antiinmigrantes y seguidores del Tea Party. El nuevo argumento ve a la reforma migratoria en el mejor de los casos como una distracción divisoria del verdadero problema del Partido Republicano, que es el de contrarrestar la ‘fuga de blancos’ de las urnas”.
Según Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, “en un momento de enorme cambio demográfico en Estados Unidos y tras cuatro o cinco elecciones presidenciales en las que el Partido Republicano perdió el voto popular, ¿se puede creer que en 2013 algunos líderes conservadores digan que el camino a seguir es olvidar a los votantes latinos y enfocarse en los blancos? ¿Y puede ser cierto que los legisladores republicanos estén escuchando esta estupidez? ¿Realmente piensan que Phyllis Schlafly tiene una mejor comprensión de la política presidencial que Karl Rove?”
O como Frank Wilkinson, de Bloomberg, escribió recientemente:
“Las políticas republicanas ya atienden a una parte cada vez más estrecha de la sociedad estadounidense: los ricos y los viejos (que, no es coincidencia, sucede que son blancos). Cuando se muestran nostálgicos en torno a la era del racismo y el sexismo institucionales, eso suena a una moral obtusa para los votantes más jóvenes y más diversos. Y así es. ¿Cuánto tiempo falta para que los republicanos se alejen del alcance de los asiáticos y de los hispanos, tal como lo hicieron de los afroamericanos?
“No hay razón para que el conservadurismo no encuentre su equilibrio en un siglo multirracial. Sin embargo, los republicanos carecen de la confianza para probar la propuesta, optando en su lugar por el tipo de tácticas diseñadas de supresión de votantes, como las deCarolina del Norte, para reprimir el voto no blanco en lugar de ganarlo. La legitimidad política y moral necesita ser repuesta constantemente. El pasado es otro país. Los republicanos deberían dejar de representarlo”.
Sharry concluyó: “El Partido Republicano enfrenta un momento de la verdad. O se moderniza y sobrevive o permanece estancado en el statu quo y comete suicidio político. Esperemos –por el bien del país y por el bien de nuestra democracia– que tomen la decisión correcta”.
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