28/06/10 a 9:29am por Maribel Hastings
WASHINGTON, D.C. – En días pasados se reportó que además de promulgar medidas antiinmigrantes como la SB1070, la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, formula afirmaciones sin los datos en la mano, como decir que la mayor parte de los indocumentados que ingresan a Arizona transportan drogas.
Según la nota de la Associated Press, ni el portavoz de la Patrulla Fronteriza en Arizona ni el presidente del sindicato de patrulleros fronterizos pudieron corroborar con datos lo afirmado por Brewer.
“No podría decir que cada persona detenida es usada como ‘mula’ (para transportar drogas)”, declaró Mario Escalante, portavoz en Tucson, Arizona, de la Patrulla Fronteriza.
La AP citó a T.J. Bonner, presidente del sindicato de patrulleros fronterizos: “Algunas personas que cruzan la frontera traen drogas, pero la mayor parte no lo hace… La mayoría de la gente sigue cruzando en busca de trabajo y no para contrabandear drogas”.
Hasta el senador republicano de Arizona, John McCain, afirmó que no está de acuerdo con esa declaración específica de Brewer, aunque recalcó que la gobernadora está haciendo un “buen trabajo”.
Pero Brewer, para solidificarse en la primaria republicana por la gobernación de Arizona, no tiene el mayor empacho en formular declaraciones que buscan también ampliar el apoyo del que ya goza la SB1070 en ese estado en momentos en que el gobierno federal se aprestaría a impugnar su implementación el 29 de julio. Brewer, por cierto, se reúne hoy en Arizona con una delegación de la administración de Barack Obama.
El viernes Brewer emitió una declaración que no aclara mucho diciendo que “la simple realidad es que la mayor parte del contrabando humano en nuestro estado está bajo la dirección de los carteles que por definición, están contrabandeando drogas”.
En un programa televisivo ayer domingo declaró además que “hoy no sé si creo” que los hijos de indocumentados deberían obtener la ciudadanía automática que garantiza la Decimocuarta Enmienda de la Constitución.
Lo que nos trae al problema de siempre. Mientras los antiinmigrantes dicen lo que sea, así sea falso, para impulsar su causa, la clase política que asegura defender a los inmigrantes y apoyar reformas actúa con vacilación dejando que los otros controlen el discurso y hasta lo ganen.
Si no, recordemos la eterna lucha contra la palabra “amnistía” que ha paralizado y contribuido a enterrar reformas migratorias en más de una ocasión.
Amnistía sigue siendo una “mala palabra” a la que ahora algunos quieren sumarle la frase “reforma migratoria amplia”.
El miércoles pasado, la Secretaria de Seguridad Nacional (DHS), Janet Napolitano, apenas pudo pronunciar la frase al enumerar los logros de la administración Obama en seguridad fronteriza y al interior del país. Al final del discurso habló de un ‘conjunto de reformas integrales’ y finalmente elaboró en la sesión de preguntas y respuestas.
El jueves, empero, ante la audiencia hispana de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos y Designados (NALEO) en Denver, Colorado, no se le hizo difícil repetir el discurso del apoyo a la “reforma migratoria amplia”. Suele suceder.
Arturo Vargas, director ejecutivo de NALEO, declaró que su organización aprecia que “la reforma migratoria integral permanezca en la agenda de la administración, pero debe estar acompañada por acciones concretas, incluyendo legislación”.
Ciertamente las acciones valen más que mil palabras y las tomadas hasta ahora sólo han ido en detrimento de la comunidad inmigrante.
Si los políticos defendieran la reforma con el mismo empeño con el que recitan sus logros en materia de seguridad fronteriza y alardean de programas creados para deportar criminales que terminan deportando a vendedores ambulantes , otra sería la historia.
Si acompañaran sus palabras con acciones concretas y enfrentaran los excesos de los antiinmigrantes, otro gallo cantaría.
Ojalá y en efecto, como reportan varios medios, esta semana comiencen impugnando la SB1070.