Activistas hispanos lamentan que más de ocho millones de residentes permanentes no se hayan convertido en ciudadanos, por lo que siguen desprotegidos ante políticas agresivas contra los inmigrantes y se pierde influencia política.
Activistas hispanos lamentan que más de ocho millones de residentes permanentes no se hayan convertido en ciudadanos, por lo que siguen desprotegidos ante políticas agresivas contra los inmigrantes y se pierde influencia política.