A continuación compartimos un comunicado de Pili Tobar, Directora General de America’s Voice, en relación con la propuesta migratoria de McConnell-Trump-Miller:
El presidente Trump, auxiliado e instigado por Mitch McConnell y Stephen Miller, mantiene como rehenes al país y a 800,000 trabajadores federales y a sus familias. En lugar de perder el tiempo en ‘ofertas’ inadmisibles y unilaterales, los republicanos deben abrir el gobierno primero.
La propuesta McConnell-Trump es un proyecto de ley antiinmigrante, no un compromiso. Enmarcada como una solución bipartidista, fue negociada solamente entre republicanos –como de costumbre– y resultó ser una más de las trampas de Stephen Miller, llena de escollos diseñados para que los demócratas la rechazaran.
Tomar rehenes y realizar ‘negociaciones’ unilaterales no constituye una forma de gobernar. Si las autoridades quieren tener un debate sobre inmigración, primero tienen que reabrir el gobierno. El día de pago se acerca y las familias estadounidenses no pueden permitir que este cierre continúe.
Mientras Miller se ha dedicado a poner escollos en la legislación, echemos un vistazo a tres ejemplos principales:
- Dreamers: En lugar de 1 millón 800 mil Dreamers protegidos por el BRIDGE Act, esta propuesta ofrecería protecciones temporales a solo 700,000 de ellos y duplicaría las tarifas de las ya paralizadas solicitudes. Además, incluiría nuevas restricciones de elegibilidad que perjudicaría a jóvenes inmigrantes de bajos ingresos y cambiaría los requisitos para nuevos solicitantes.
- Beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS): La legislación ofrece protecciones solamente a algunos beneficiarios de TPS, excluyendo a varios países (como Nepal, Sudán, Sudán del Sur, Yemen, Somalia y Siria, así como beneficiarios de Salida Forzada Diferida (DED) de Liberia). Asimismo, elimina virtualmente el propósito mismo del programa: con el proyecto de ley, si un inmigrante es indocumentado en Estados Unidos cuando su país de origen sufre un desastre natural o un conflicto armado, no será protegido de la deportación.
- Niños en busca de asilo: A menores de Honduras, Guatemala y El Salvador se les prohibirá solicitar asilo en la frontera y serán regresados rápidamente hacia situaciones peligrosas, lo que significa que los niños centroamericanos no recibirán protección hasta que el programa Menores de Centroamérica (CAM) esté en funciones. Esta política reactivada, a la que los expertos llaman programa FARSA CAM, permitirá solo a 50,000 menores centroamericanos solicitar asilo cada año, pero únicamente se le otorgará a 15,000. Esos casos no los atenderá juez de inmigración alguno, no serán sujetos de revisión judicial y no serán vueltos a revisar. Simple y sencillamente, destruye el asilo para niños que huyen de la violencia, el reclutamiento en las pandillas y la violación en Centroamérica.