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A pesar de innumerables ejemplos de corrupción y abuso, los republicanos impulsan una legislación para bajar el estándar de contratación en la Patrulla Fronteriza

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En la actualidad, aproximadamente dos terceras partes de los solicitantes no pasan la prueba del polígrafo

Mañana, la Cámara de Representates vota el proyecto HR 2213, que permitiría a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) renunciar a la prueba del polígrafo para algunas nuevas contrataciones, mientras que un comité del Senado realizará una audiencia sobre su versión del Boots on the Border Act, redactado por el senador Jeff Flake (R-AZ).

“La Oficina de Inmigración y Aduanas y la Patrulla Fronteriza son dos de las peores agencias en todo el país. La Patrulla Fronteriza necesita ser llamada a cuentas por sus abusos y reformar sus filas, no estándares más débiles para contratar a más pillos corruptos”, dijo Lynn Tramonte, subdirectora de America’s Voice. “En lugar de aprestarse a responder alllamado de Trump para una Fuerza de Deportación masiva al relajar los estándares de contratación, los republicanos del Congreso y el secretario del DHS, John Kelly, deberían estar haciendo algo para poner en orden a esas agencias”.

Los agentes de CBP tienen una larga y terrible historia de corrupción, uso excesivo de fuerza y otros abusos. En la actualidad, aproximadamente dos terceras partes de los solicitantes no pasan la prueba del polígrafo. Eliminar este requisito demeritará aún más el profesionalismo y la integridad de esta enorme agencia. Tengan en cuenta lo siguiente:

El Atlantic publicó recientemente que experimentó un rápido aumento en las contrataciones en los años posteriores al 9/11, similar al nivel de contrataciones que Donald Trump quiere ahora. En ese entonces, CBP no utilizó la prueba del polígrafo a los veteranos, y algunos agentes fueron enviados a trabajar antes de que fueran completadas las revisiones de antecedentes, con lo que irónicamnte se le llamaba a este programa de reclutamiento como la política del “Que Ningún Aprendiz se Quede Atrás”, del gobierno de George W. Bush.

Cuando CBP decidió limpiar la casa, luego del incremento de quejas de corrupción y uso excesivo de fuerza, se ensayó un examen de polígrafo, e inmediatamente se descubrió que 30 solicitantes habían sido enviados por los carteles para infiltrar a CBP. Aunque el polígrafo es ahora aplicado en todas las nuevas contrataciones, no se probó retroactivamente en aquellos que fueron contratados antes de que el examen fuese requerido; y ahora, los agentes creen conservadoramente que el 5% de CBP (unos 1,000 agentes) podrían ser corruptos.

“Por lo visto, los republicanos en el Congreso están más preocupados en redoblar la Fuerza de Deportación de Trump, que en asegurarse de que esos agentes actúen con integridad. Pero nuestros impuestos pagan a esos agentes, y los estadounidenses esperan de ellos que sean completamente revisados en sus antecedentes, entrenados adecuadamente y que sean totalmente profesionales, lo cual dista mucho de lo que ocurre hoy”, concluyó Tramonte.

Lea más sobre las prácticas abusivas de ICE y CBP aquí.