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Muchos dreamers no intentan demorar deportaciones

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La decisión del presidente Barack Obama de permitir que jóvenes que fueron traídos ilegalmente al país cuando eran niños puedan conseguir permisos de
estadía y de trabajo fue el giro más grande en la política migratoria en décadas y se la consideró un gran paso que acercaría a toda una generación de
inmigrantes al sueño americano.  Ocurre que un puñado de estados controlados por los republicanos están bloqueando algunos beneficios ofrecidos en ese programa y les niegan documentos de identificación, licencias de conducir, seguros de salud, matrículas de residentes en las universidades, asistencia económica para estudiar, admisión en las universidades y otros privilegios de los residentes legales.  Se calcula que más de un millón de jóvenes podrían acogerse al programa que permite suspender por dos años las deportaciones y otorga permisos de estadía y de trabajo a quienes fueron traídos al país ilegalmente cuando eran niños. Los solicitantes deben tener no más de 30 años, haber venido a Estados Unidos antes de los 16, haber vivido en el país al menos cinco años y haber estudiado o servido en las fuerzas armadas.