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La renuncia de Boehner subraya los problemas que conlleva el mimar al ala nativista

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La lección es: enfréntate a los bravucones o sé aplastado
Con la sorpresiva noticia esta mañana sobre la renuncia al Congreso del presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, mucho se especula en torno a lo que esto significa para el futuro del liderazgo, tanto de ese cuerpo legislativo, como del Partido Republicano a gran escala.
Una nueva nota de Ron Brownstein en el National Journal hace un trabajo extraordinario al captar el más amplio dilema político que enfrenta el Partido Republicano. En el artículo titulado “¿Adaptarse o resistir? Cómo el Partido Republicano debería responder a un país que cambia rápidamente se ha convertido en el tema central en la volátil contienda presidencial republicana”, Brownstein explica cómo los modernizadores republicanos que “instan a la adaptación” han vacilado frente a los extremistas de la derecha y, en efecto, dando lugar al “Trumpismo”, tal como se ha visto en las actuales campañas electorales.
De acuerdo con Lynn Tramonte, subdirectora de America’s Voice, “la renuncia de Boehner es un clásico ejemplo de lo que ocurre cuando un líder falla. Puede ser que Boehner ‘quería’ ser una fuerza modernizadora para el partido, pero no estuvo dispuesto a enfrentar a los bravucones en su entorno, como Steve King. No se puede cambiar el rumbo y al mismo tiempo dejarte arrastrar por él. Si Bush, Marco Rubio o John Kasich quieren ganar la elección presidencial, deberían mejor aprender la lección correcta de esto: empezar a ser líderes”
El artículo de Ron Brownstein está disponible en línea en el National Journalaquí

La salida de Boehner ahora es particularmente llamativa, dado que él se rehusó a llevar la reforma migratoria a voto en 2013 y 2014, con el fin de evitar un resultado exactamente como este. Tramonte añadió: “A pesar de tener los votos para aprobar una emblemática reforma migratoria bipartidista, Boehner se plegó al ala nativista del Partido Republicano y rechazó llevar el Proyecto bipartidista a voto. ¿Qué habría pasado si él hubiese escogido ser líder en lugar de ello? Pudo haber logrado un gran avance para el país, las familias y sí, el futuro de su partido como parte de un legado notable y duradero. En lugar de eso se va con esto: nada”.