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¿Debemos tratar a los menores que huyen de la violencia como niños o como delincuentes?

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Los valores estadounidenses deben permanecer en el corazón de nuestra respuesta a los niños refugiados

Washington, DC – Mientras el Congreso realiza diversas audiencias esta semana en relación con el aumento en la cifra de niños que huyen de la violencia en América Central buscando seguridad en Estados Unidos, la pregunta es qué va a guiar nuestra respuesta: ¿mantendrán nuestros líderes nuestros valores como nación compasiva que ofrece protección a aquellos que se encuentran en peligro y pondrán los intereses de los niños primero, o se enfrascarán en una postura política cínica y explotarán esta crisis para sumar puntos?

La hermana Simone Campbell, directora ejecutiva de NETWORK, una organización Católica Nacional para la Justicia Social, lo establece mejor:

“Tras haber vivido y trabajado en Washington, DC, durante años, pensé que había visto todas las formas imaginables de disfunción gubernamental, desde paralización partidista hasta cierres de gobierno. Pero aún estoy sorprendida de ver a funcionaros electos utilizar a los niños como carne de cañón para el juego político. Ahora, desafortunadamente, he visto todo.

No menos de tres comités en la Cámara de Representantes están llevando a cabo audiencias sobre la crisis humanitaria que ocurre a las puertas de Estados Unidos, ese incremento de menores de edad que llegan a nuestro país desde América Central, particularmente de Honduras, Guatemala y El Salvador. Para finales de año, se espera que lleguen 60,000 niños no acompañados a tocar la puerta de nuestra nación.

“Claramente, las razones de esta crisis son complejas, incluidos rumores falsos acerca de las políticas fronterizas de Estados Unidos esparcidas en América Central y las familias que buscan ser reunidas. Muchos, muchos de esos niños, sin embargo, están llegando porque desesperadamente huyen de la violencia de sus países de origen. Protegerlos es nuestra obligación moral.

“En lugar de simplemente regresarlos, enviándolos hacia un mayor peligro, el Congreso debe examinar por qué estan huyendo e idear maneras efectivas y compasivas de enfrentar esta crisis aquí y en sus respectivos países.

“Las actuales audiencias del Congreso, sin embargo, no tienen la intención de ofrecer una solución, sino justificar la construcción de muros y obstáculos más altos —haciendo de Estados Unidos una fortaleza virtual— y fomentando la ficción de que el país no tiene la responsabilidad del bienestar de esos niños. Pero nosotros somos mejor que eso.

Algunos funcionarios públicos, con el objetivo de esconder los rostros de estos niños, los han etiquetado como ‘menores extranjeros no acompañados’. ¿Por qué? Porque el término extranjero tiene la intención de deshumanizar. Mientras ellos sigan siendo ‘extranjeros’, supongo que la lógica procede, y los legisladores se pueden engañar a sí mismos en la creencia de que esos vulnerables y traumados niños no son su responsabilidad…

“…El bien común no se puede lograr si se deshumaniza a esos niños o a sus padres, ni puede ser conseguido mediante fanfarronería política. Esta es una crisis humanitaria y los políticos deben responder humanitariamente y de una manera tal que proteja la dignidad y el bien común de los niños”.

Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice, dijo: “Las audiencias de esta semana posiblemente se convertirán en juicios de espectáculo organizados por los republicanos para acumular puntos contra el presidente. Lo quieren culpar de una situación que, cuando se analiza cuidadosamente, tiene que ver más con las condiciones en América Central que con la política fronteriza de Estados Unidos. Y no doremos la píldora. Cuando retiras la capa de las falsas preocupaciones, lo que se ve es que algunos republicanos quieren que el gobierno trate a esos chicos como delincuentes. Piensan que la mejor respuesta es encerrar a esos niños, negándoles un día de corte y regresarlos a las violentas condiciones de las que escaparon. Necesitamos que nuestros líderes trabajen unidos para preparar una respuesta multifacética que ponga los intereses de los niños primero. Y necesitamos líderes que se levanten y digan que Estados Unidos es lo suficientemente fuerte y grande para responder a esta situación con inteligencia y compasión. En cambio, lo que podemos esperar de las audiencias de esta semana es fanfarronería y posturas políticas en su peor momento”.  


Siga a Frank Sharry y America’s Voice en Twitter @FrankSharry y @AmericasVoice.
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