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Steve King le da voz a la cosmovisión nacionalista blanca incrustada en la agenda de política migratoria de Trump

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El nacionalismo blanco y los sentimientos antiinmigrantes tienen una larga y sórdida historia en Estados Unidos. Pero la elección de Donald Trump ha reavivado esos movimientos, dando a los nativistas un reciente acceso y aliados en la Casa Blanca, además de proporcionarles nuevo cobijo para sus comentarios y acciones abiertamente racistas, tanto de xenófobos con una plataforma nacional como en la sociedad en su conjunto.

El domingo, el líder nativista del Congreso, el representante Steve King, tuiteó en abierta alabanza al político racista holandés Geert Wilders, diciendo: “Wilders entiende que la cultura y la demografía son nuestro destino. No podemos restaurar nuestra civilización con los bebés de otras personas”.

“Los bebés de otras personas”. Reflexione sobre esa frase y sus implicaciones. No es de extrañar que David Duke tuiteara en respuesta: “DIOS BENDIGA A STEVE KING!!!”

Frank Sharry, director ejecutivo de America’s Voice Immigration Fund, comentó al respecto: “Dejemos de fingir que lo que tenemos es una versión más conservadora de lo que anteriores presidentes han hecho y dicho sobre inmigración. Steve King representa a su presidente y a su partido. El gobierno de Trump, a través del trío Steve Bannon/Jeff Sessions/Steven Miller, son explícitos en sus fines de tratar de Hacer a Estados Unidos Blanco Otra Vez. Pretenden cambiar la compsición racial y étnica del país revirtiendo las políticas inmigratorias instituidas en 1965 y que tuvieron como fin revertir décadas de exclusiones racistas”.

El mayor movimiento antiinmigrante y sus organizaciones aliadas también tienen nueva influencia en el Estados Unidos de Trump. En un artículo para el Daily Beast, Betsy Woodruff publica una importante nota titulada “Trump convierte en realidad la lista de deseos de los grupos ‘nativistas’”, señalando la influencia y el acceso de la organización antiinmigrante Centro de Estudios de la Inmigración (CIS) para darle forma a la visión inmigratoria del gobierno de Trump. Woodruff escribe:

“El 11 de abril de 2016, un diminuto grupo de expertos con un nombre anodino publicó una lista de deseos de 79 puntos. La lista no obtuvo prácticamente cobertura de los medios informativos, y durante los 11 meses desde su publicación ha sido ignorada en gran medida, excepto, aparentemente, por la Casa Blanca. Ahora, Donald Trump parece estar trabajando apoyándose en ella para desplegar su política migratoria. Varios de los 79 temas de la lista conformada por el Centro de Estudios de la Inmigración (CIS) han sido implementados o expuestos en borradores de propuestas del gobierno que han sido filtrados. Es una circunstancia que tiene a ese grupo de expertos cautelosamente jubilosos y a los activistas de derechos de los inmigrantes preocupados y perturbados. CIS es uno de los grupos que más se jacta de apoyar el incremento de la detención y deportación de inmigrantes indocumentados”.

The New Republic también subrayó recientemente la nueva influencia –y la investigación de pacotilla– de CIS, incluyendo su antiguo y dudoso “estudio” que vincula a los inmigrantes con la delincuencia y las cargas sociales.

Asimismo, una serie de analistas están atando cabos entre la deportación masiva de Trump, los vetos a musulmanes y refugiados, así como con la mayor cosmovisión nacionalista blanca que avanza con base en tales propuestas de política pública.

Enseguida ofrecemos los enlaces a dichos textos con el nombre de su autor, publicados en diversos medios informativos en inglés:

No sorprende, entonces, que el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Sipcer, se sienta justificado cuando le dijo a una mujer indoamericana nacida en Estados Unidos, cuyo nombre es Shree Chauhan, luego de que ella le hizo una serie de preguntas en una tienda Apple en el área de Washington: “Es un país tan grandioso, que te permite estar aquí”.

Es obvio que solo los blancos son aceptados completamente en el Estados Unidos de Trump.