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“Se requirió de Obama para capturar a Osama”

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04/05/11 a 8:24am por Maribel Hastings

WASHINGTON – “Se requirió de Obama para capturar a Osama”. Eso lee la camiseta que el vendedor ambulante ofrecía al hormiguero de gente que entraba y salía ayer de la estación del Metro en el centro de esta ciudad, una del trío de ciudades que fueron escenario del terror el 11 de septiembre de 2001.

Me dijo que ha vendido bien, aunque menos de lo que esperaba, “pero la semana de ventas apenas comienza”, agregó.

En la camiseta se ve al presidente Barack Obama vestido como soldado hablando por un walkie talkie diciendo “lo atrapamos”, mientras Osama Bin Laden aparece a la entrada de una cueva con las manos en alto. Un soldado le apunta con un arma.

“Al día 1,461 de la presidencia de Obama”, se lee al final.

No pude evitar remontarme a aquel fatídico día porque precisamente por esa salida del Metro y por esa avenida, cientos de personas corrían despavoridas hace casi una década mientras se alzaba imponente y al otro lado del río Potomac una columna de humo gris que produjo el avión que embistió uno de los costados del Pentágono.

En ese momento reinaba la confusión y no se sabía exactamente lo que estaba pasando pues se había reportado que un avión se dirigía a Washington, probablemente hacia la Casa Blanca o hacia el Capitolio. La Casa Blanca estaba siendo evacuada. Sólo recuerdo que yo caminaba a toda prisa en dirección opuesta a la multitud porque tenía que llegar al National Press Building donde entonces estaba la oficina de La Opinión, diario angelino del cual era corresponsal en ese momento.

Todo cambió. Vino el ataque contra el Talibán de Afganistán que albergaba a la red Al Qaeda de Osama Bin Laden, responsable de los ataques del 9-11.

Después vino la Guerra de Irak bajo falsos pretextos de armas de destrucción masiva que jamás se encontraron.

Curiosamente primero cayó Sadam Husein que Osama. Ejecutado en la horca en diciembre de 2006, no por las armas de destrucción masiva sino el asesinato en masa de chiítas en 1982.

Los dos operativos ya han cobrado las vidas de casi 6,000 efectivos sin contar los miles de civiles que han caído. Tres mil vidas perdidas el 11 de septiembre de 2001.

Muchos muertos. Demasiados. Ni qué decir de todo el daño colateral como el ambiente hostil para los inmigrantes o la sepultura de los intentos de entonces de aprobar una reforma migratoria amplia.

Para muchos la muerte de Bin Laden provocó júbilo. Para otros se hizo justicia.

El presidente Obama declaró que “el mundo es un mejor lugar” con la eliminación de Bin Laden.

Sin duda hay una escoria menos aunque ello no suponga ni el fin del terrorismo ni que estemos más seguros. A rey muerto, rey puesto.

El domingo Obama recordó que tras los ataques terroristas los estadounidenses se unieron “como una familia estadounidense”.

Y el lunes fue elogiado por demócratas y republicanos por su liderazgo y por el acontecimiento que sin duda le supone al Mandatario un triunfo político de peso a año y medio de las elecciones.

Es lamentable, sin embargo, que sólo en situaciones de este tipo haya tanta coincidencia y espíritu de colaboración.

Pero al vendedor de camisetas nada de esto le importa.

La muerte de Osama le supone ganancias. Irónicamente su muerte impulsa el capitalismo que el terrorista tanto despreciaba.

Para el vendedor de camisetas la semana de ventas apenas comienza. Osama ya ni está.

Maribel Hastings es asesora ejecutiva y analista de America’s Voice

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El certificado de nacimiento y la hipocresía
http://noticias.univision.com/estados-unidos/obama/article/2011-05-02/el-cerificado-de-nacimiento-y

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http://americasvoiceespanol.com/analisis/archive/

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