tags: Análisis

Republicanos y Sotomayor: otra oportunidad perdida

Compartir este:

28/07/09 a 2:05pm por Maribel Hastings

El panel Judicial del Senado confirmó en votación 13-6 a Sonia Sotomayor como la primera juez de origen hispano que servirá en la Corte Suprema de la nación, pero seis de los siete republicanos del comité votaron en contra de la histórica nominación por razones que sólo ellos entienden porque su validez no quedó clara en sus lamentables explicaciones.

Nadie aboga que se apoye a una persona por el mero hecho de ser hispana. Pero en el caso de Sotomayor, se trata de la nominada al Supremo con más experiencia en las cortes federales, que, de paso, es hispana.

Pero el maltrecho Partido Republicano representado en el comité Judicial prefirió seguir jugándole el juego a su base conservadora más recalcitrante en lugar de aprovechar la oportunidad histórica para tratar de enmendar la casi inexistente relación con los votantes latinos (y potenciales votantes) a quienes tanto han ofendido, no sólo durante el proceso de audiencias de confirmación, sino a lo largo de los pasados años en el marco de los debates migratorios.

Sólo el senador republicano de Carolina del Sur, Lindsey Graham, evidenció sentido común votando en favor de Sotomayor. Graham, por cierto, se perfila como una de las voces republicanas que podrían hacer un llamado a la razón en un potencial debate migratorio.

Graham no pudo ser más elocuente al explicar su apoyo a Sotomayor.

“En 200 años es la primera mujer latina en la historia de Estados Unidos en ser seleccionada a la Corte Suprema y eso es algo grande. Yo quizá no la hubiese seleccionado, pero entiendo por qué (el presidente Barack) Obama la seleccionó. Está muy capacitada y si su llegada a la Corte Suprema inspira a otras jóvenes, sobre todo jóvenes latinas, a seguir una carrera legal, mucho mejor. Con su selección, Estados Unidos ha cambiado para bien”, afirmó Graham.

El senador Graham afirmó que aunque no esté de acuerdo con algunos discursos o declaraciones de Sotomayor, no duda de su capacidad y experiencia: 17 años como juez federal, 12 de ellos en el Tribunal de Apelaciones del Segundo Circuito.

Pero el republicano de mayor rango en el panel, Jeff Sessions, de Alabama, dirigió el coro de republicanos en su letanía de explicaciones reiterativas y poco convincentes. Actuaron ajenos a su triste realidad política pensando que sólo con su base pueden recuperar su sitial en la política nacional.

El senador republicano de Iowa, Charles Grassley, dijo que no quedó convencido de que “Sotomayor podrá dejar de lado sus prejuicios y preferencias personales para decidir los casos de manera imparcial”.

Y todavía el senador republicano de Arizona, John McCain, dijo el domingo en una entrevista que la “vida no es justa” hablando de su aplastante derrota en las elecciones presidenciales de 2008.

Parece que su memoria es bastante selectiva y no recuerda que los latinos no votaron por él porque representaba al partido que se dedicó a ofenderlos y él, que se jugó el pellejo por una reforma migratoria integral cuando hacerlo no estaba de moda, prefirió también apelar a esa base conservadora que de todos modos no le perdona que haya apoyado esa reforma, en lugar de apelar a los latinos que pudieron -quizá- hacerlo más competitivo en la contienda con Obama.

Una vez más los republicanos desaprovechan una oportunidad de hacer las pases con el sector electoral que a juzgar por los comicios de 2008 tendrá un cada vez más creciente y relevante poder político en las urnas.

Un Partido Republicano sin claro líder parece que tampoco cuenta con asesores, y los hispanos que lo integran, juegan el mismo juego, se hacen de la vista larga, o si señalan los errores que se están cometiendo con los latinos, son arrinconados. ¿Recuerdan la accidentada presidencia del senador Mel Martínez ante el Comité Nacional Republicano?

Martínez, por cierto, dijo en una posterior rueda de prensa que no debe interpretarse el voto de una mayoría republicana en contra de Sotomayor como un desaire a la comunidad hispana porque esa oposición no se debe a su persona o a que sea hispana sino “a su filosofía política”. Pero Martínez, quien apoya a Sotomayor, debe conocer muy bien la importancia de las percepciones en el mundo político.

La semana entrante el pleno del Senado vota sobre la nominación de Sotomayor. Ya veremos cuántos republicanos optan por seguir el sentido común de Graham o por seguir dando tumbos en la oscuridad como Sessions y compañía.