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Reforma Migratoria: Una de cal y una de arena

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07/06/11 a 10:19am por Maribel Hastings

Como de la reforma migratoria ni sus luces, excepto menciones y reuniones, seguiremos pasando revista sobre los desarrollos buenos y los no tan buenos que se susciten. Una de cal y otra de arena.

El coro de voces contra el nefasto programa Comunidades Seguras va en aumento, y eso es lo bueno.

Otro gobernador demócrata, Andrew Cuomo, de Nueva York, anunció que suspenderá temporalmente la participación en el programa ante la “creciente evidencia” de que no está cumpliendo con el objetivo original de centrarse en la identificación y deportación de los criminales más peligrosos.

El programa, según Cuomo, está minando la relación entre la policía y la comunidad atentando, irónicamente, contra la seguridad pública.

Aunque el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) dice que el programa deporta a 70% de criminales, la práctica demuestra que entre los removidos al menos un 30% no han cometido delitos y otro 30% han cometido delitos menores. Pero hay jurisdicciones donde la mayoría de los detenidos y deportados son migrantes sin historial criminal.

Comunidades Seguras es, empero, uno de los pilares de la política migratoria de la administración Obama y una de las piezas centrales para lograr el récord de deportaciones, casi un millón, en los pasados dos años.

Cuomo contrasta con el alguacil de Los Ángeles, Lee Baca, quien defiende a brazo partido el programa, aunque cada vez más alguaciles y jefes de policía denuncian sus excesos. Bueno sería que el DHS aclarara de una vez y por todas si es o no voluntario y reevaluara su aplicación mientras completa la pesquisa que el Inspector General del DHS conducirá. Malo es que la investigación arranca el año entrante.

Entre tanto, medidas DREAM Act estatales progresan en Illinois y California. Lo bueno es que evidencian la urgencia de que el gobierno federal, donde radica la solución final, tome cartas en el asunto. Lo malo es que no hay señales de avance federal ni a nivel legislativo ni administrativo.

Prevalece lo malo sobre lo bueno.

Lo malo es que un veterano Infante de Marina que sirvió a su nación en Irak vea su madre deportada a Ciudad Juárez, México.

Miguel Valenzuela siente que su gobierno le dio una cachetada. Es uno de cientos de miles de militares, ciudadanos y residentes permanentes condenados a ser separados de sus familiares por la disfuncionalidad del sistema.

Malo es también que la Legislatura de Texas conduzca una sesión legislativa extraordinaria que abriría la puerta a medidas antiinmigrantes que habían sido frenadas, como la HB12. Ahora la HB9, en contra de las ciudades santuario, está en puerta.

O que Arizona, laboratorio de medidas antiinmigrantes, se apreste a prohibir el uso de la matrícula consular como forma de identificación con foto, una práctica en más de 30 estados.

Malo es que la ex aspirante a la vicepresidencia, la republicana Sarah Palin, escogiera el DREAM Act para ofrecer una de sus descabelladas diatribas.

Embarcada en una gira nacional con la cual amenaza lanzarse al ruedo de los precandidatos presidenciales republicanos, Palin escogió criticar la medida migratoria que más simpatía tiene entre la población aunque no ha progresado por la obstrucción de sus copartidarios en el Congreso.

Lo malo es que Palin no sabe lo que es el DREAM Act y que quienes se beneficiarían no vinieron aquí por voluntad propia. Fueron traídos de niños. Tampoco sabe que son jóvenes destacados en diversas profesiones que contribuirían a la competitividad y el bienestar económico de la única nación que conocen como su hogar y a la que Palin tanto ama. Tampoco parece saber que son jóvenes que quieren servir en las Fuerzas Armadas que Palin tanto defiende y que tantos problemas de reclutamiento enfrenta.

Lo malo es que el tema migratorio se encamine, como siempre, a ser explotado en las elecciones y que la pelea siga librándose en tribunales y Legislaturas estatales mientras a nivel federal unos políticos atizan el fuego y otros simplemente observan y reaccionan.

Y lo irónico es que todo se esté dando mientras las cifras del Censo confirmaron que los hispanos representan la mayoría de la población en 30 ciudades de Estados Unidos con más de 100,000 habitantes, y se concentran en los estados electoralmente claves como California, Texas y Florida.

Aunque lo bueno es que el Partido del Té, que agrupa a ultraconservadores como Palin, ya tiene su contraparte en el Partido del Tequila, anunciado oficialmente el sábado en Arizona. Su objetivo: registrar y movilizar votantes hispanos, aunque lo malo es que los votantes tengan que seguir escogiendo entre candidatos malos y menos malos.

Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice