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Rahm Emanuel y la flecha

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13/09/10 a 11:04am por Maribel Hastings

Por Maribel Hastings

WASHINGTON – Por más que piense que la falta de una mejor estrategia para impulsar una reforma migratoria integral –o la total ausencia de ella- recae sobre una sola persona, un jefe de despacho, por ejemplo, finalmente hay un equipo de por medio y alguien que toma la última decisión: el presidente.

Empero, no hay que subestimar el peso de los consejos de Rahm Emanuel, jefe de despacho de Barack Obama, en este tema pues ya se le acusaba de bloquearlo. Emanuel encabezó el Comité Demócrata de campañas al Congreso y presidió la bancada demócrata de la Cámara Baja. La mayoría cameral demócrata lograda en 2006, que se le adjudica, se obtuvo con el triunfo de moderados en distritos de inclinación republicana. Esa mayoría se tambalea en noviembre aunque la Cámara Baja ni siquiera ha tocado el tema migratorio.

Emanuel estaría ponderando aspirar a la alcadía de Chicago, uno en la larga lista de potenciales en la que podría figurar el congresista demócrata Luis Gutiérrez. Emanuel es uno de varios funcionarios de la administración que podría dejar su cargo tras las elecciones del 2 de noviembre, cuando se renuevan filas tras un comicio.

Cuando Emanuel fue seleccionado como jefe de despacho de Obama, muchos líderes hispanos pusieron el grito en el cielo porque lo vieron como un obstáculo para avanzar la reforma migratoria que Obama prometió durante la campaña presidencial. Después de todo, Emanuel le habría dicho a un activista hispano que esa reforma migratoria quizá sería viable durante el segundo período de un presidente demócrata.

En febrero de 2009 el recién estrenado presidente Obama promulgó una ley revirtiendo la prohibición de cinco años para que los inmigrantes legales tuvieran acceso a los beneficios del Seguro Médico Estatal Infantil (SCHIP).

Emanuel declaró a un grupo de periodistas hispanos que era señal de que “la flecha está apuntando hacia una dirección diferente en lo que se relaciona a la política migratoria de este país”.

La flecha apuntó, pero no en la dirección esperada. Lo que prosiguió fue una suerte de políticas que han resultado en más deportaciones -entre otras cosas-, todo presuntamente para allanar el terreno a una reforma migratoria de la cual, de todos modos, los políticos han huido como el diablo a la cruz.

Para Juan Andrade, director del Instituto de Liderazgo Hispano de Estados Unidos (USHLI), la potencial salida de Emanuel “será una ganancia para la administración porque para mí es el responsable de que no hayamos visto una propuesta de reforma migratoria integral en dos años, que quizá no la veamos en este período presidencial o nunca mientras él esté presente”. Obama toma la decisión final, “pero es un presidente que escucha muy de cerca a sus asesores”, señaló Andrade a America’s Voice.

Según Andrade, la situación para los inmigrantes es ahora peor que antes “pero el amigo Emanuel debe seguir durmiendo muy tranquilo porque lo que a nosotros nos duele, él ni lo siente ni lo entiende y lo que es peor, ni le importa”.

A estas alturas, ni quiero hablar de promesas rotas, pero sí saber cómo se impulsará esa reforma.

¿Ayudará en algo la potencial salida de Emanuel? No lo sé. También se requiere del liderazgo de un Congreso donde la hasta ahora mayoría demócrata ha esquivado el asunto o lo aborda con temor. En el proceso, los republicanos, que sólo se han dedicado a entorpecer todo tipo de legislación y a vociferar retórica antiinmigrante, dominan el discurso aunque no ofrecen soluciones.

Para Emanuel quizá la flecha apunte hacia Chicago, aunque para Andrade “eso sería para nosotros un desastre”.

Si Emanuel se postula y comienza a buscar el voto latino en Chicago entonces quizá abogue por lo que como congresista, líder cameral y jefe de despacho tanto entorpeció. Que le crean es otra cosa.

Maribel Hastings es asesora ejecutiva y analista de America’s Voice

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