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La tétrica tonada de Gheen y su ALIPAC

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30/07/09 a 8:39am por Rafael Prieto Zartha

BITÁCORA

El portal de internet de la organización antiinmigrante Americanos por la Inmigración Legal, ALIPAC, con sede en Carolina del Norte, contiene -en estos días- un anuncio enorme que titila intermitentemente como señal de triunfo.

Dice “Thank you!” en un fondo azul añil, adornado con tres estrellas blancas, debido a que en menos de una semana recaudó 25,000 dólares para continuar sus actividades en contra de la comunidad indocumentada radicada en Estados Unidos.

ALIPAC está celebrando la dadivosa reacción de sus internautas para alcanzar su objetivo de impedir que los 12 millones de indocumentados asentados en el país regularicen su situación migratoria.

No es la primera vez que ALIPAC recolecta el dinero que solicita en tan poco tiempo, ni tampoco la primera ocasión en que acapara la atención de sus áulicos, quienes actúan con premura para respaldar sus acciones nativistas.

Desde su fundación, el 11 de septiembre de 2004, ALIPAC ha trabajado con tesón para descarrilar los sueños de obreros, campesinos y estudiantes inmigrantes que se atreven a ilusionarse con salir de las sombras bajo el amparo de la ley.

En la primavera de 2005, siguiendo la batuta de William Gheen, su creador, ALIPAC hizo añicos una propuesta estatal que habría permitido a los estudiantes indocumentados ingresar a las instituciones estatales de educación superior pagando las mismas tarifas que los residentes y ciudadanos.

La llamada “Batalla por Carolina del Norte” promovida por Gheen le picó la lengua a los locutores de radio ultraconservadores que se convirtieron en pichones de Lou Dobbs lanzando mensajes con sabor a hiel. Incluso el mismísimo Rush Limbaugh intervino en el debate.

El ambiente antiinmigrante se puso tan pesado y ofensivo que 10 de los 35 legisladores que apoyaban el proyecto de ley 1183 retiraron asustados sus nombres como patrocinadores de la propuesta.

Andrea Bazán-Manson, de origen argentino y ex directora de El Pueblo, la organización hispana más importante de Carolina del Norte, reveló el contenido de uno los innumerables correos electrónicos de odio que recibió: “Los ilegales no tienen derecho a nada en Estados Unidos, diferente a la deportación. ¡Agarren su bandera mexicana y métansela!”.

Finalmente, los estudiantes indocumentados se quedaron sin acceso a los colegios comunitarios y a las universidades.

Gheen, en cambio, fue elevado al rango de estrella por las huestes enemigas de los inmigrantes.

Posteriormente se dio el lujo de dejar su oscuro trabajo de asistente del ex senador estatal por los condados norcarolinos de Alamance y Caswell, Hugh Webster, para dedicarse a lo suyo: fortalecer su sitio de internet y vivir de hablar mal de la gente que carece de papeles.

El sitio de internet de ALIPAC proclama que ha recibido 151,483,578 visitas durante sus casi cinco años de existencia, dice tener 25,000 prosélitos y atribuye a la organización un papel determinante en la derrota del proyecto de reforma de inmigración de 2007, cuando promovió la realización de una catarata de llamadas, correos electrónicos y faxes que inundó las oficinas de los senadores contra la propuesta que murió el 28 de junio.

Dos años después, utiliza a Facebook, MySpace, Twitter, YouTube y la Wikipedia para perpetrar sus maquinaciones, entre las cuales ha estado oponerse férreamente a la confirmación de la juez Sonia Sotomayor.

Algunos consideran a Gheen como un simple “loquito” capaz de sufrir ataques de fascinación cuando ve al ex congresista Tom Tancredo o de cometer la osadía de proponer a Dobbs como candidato presidencial.

No obstante, el centro investigativo del Southern Poverty Law Center lo incluyó en la lista de los 20 principales líderes extremistas del país, en un informe dado a conocer a principios de 2008.

La Liga Antidifamación consideró “virulento” el lenguaje de ALIPAC y añadió que “supremacistas y antisemitas han promovido al grupo”.

Después de contar el cuento de Gheen y su ALIPAC, tengo una pregunta para los indocumentados: ¿Le van a poner las hormonas y la generosidad suficiente a la lucha en favor del proyecto de reforma de inmigración, que se avecina? o ¿Se van a dejar derrotar y humillar por individuos como él y su organización?

Rafael Prieto Zartha es un periodista y columnista de origen colombiano radicado en Carolina del Norte