tags: Análisis

¿Hospitalidad sureña o zona de guerra contra hispanos?

Compartir este:

21/04/09 a 12:41pm por Maribel Hastings

Un nuevo informe del Southern Poverty Law Center (SPLC) se suma a la larga lista de documentación sobre cómo los sentimientos antiinmigrantes -de parte de ciertos sectores del público y exacerbados por autoridades, algunos políticos y ciertos medios-, resultan en discriminación, racismo y explotación en contra de los hispanos, en este caso del Sur de Estados Unidos, independientemente de su situación migratoria.

El reporte “Under Siege”, La vida de los latinos de escasos recursos en el Sur, se basó en un sondeo entre 500 hispanos indocumentados, residentes legales y ciudadanos cuyo común denominador es ser víctimas de todo tipo de atropello en estados sureños descritos por los encuestados como “zona de guerra” para los inmigrantes. Se condujeron entrevistas en cinco regiones: Nashville (Tennessee), Charlotte (Carolina del Norte), New Orleans (Lousiana), zonas rurales del sur de Georgia, y algunas ciudades del norte de Alabama.

Los resultados son prueba adicional de por qué el gobierno federal tiene que asumir el control sobre los asuntos en que tiene ingerencia, como por ejemplo, aplicar las leyes migratorias, y no permitir que autoridades locales sin el entrenamiento adecuado funjan como agentes de inmigración. Asimismo, es prueba de por qué se deben aplicar vigorosamente las leyes sobre protecciones laborales y derechos civiles.

Estas son algunas conclusiones del sondeo:

77% de las mujeres hispanas en el Sur de EEUU dicen que el hostigamiento sexual es un severo problema laboral
68% de los encuestados dicen que sufren de racismo a diario, desde actitudes hostiles hasta abuso físico. El diario vivir, dice el estudio, se reduce a probar constantemente que no se están violando leyes migratorias
47% de los encuestados conocen a alguien que ha sido tratado injustamente por la policía y la principal queja es ser detenidos por ofensas menores o sin razón alguna.
46%, menos de la mitad de los encuestados, dice que confía en la policía. La mayor parte no reporta los delitos de los que son víctimas garantizando la impunidad de los criminales
la sección 287(g) que rige la colaboración entre autoridades federales y locales en la aplicación de leyes migratorias ha hecho que los hispanos en general, independientemente de su situación migratoria, sientan temor de acudir a la policía incluso si son víctimas de algún delito
41% de los encuestados ha sufrido del robo de salario porque no se le paga por el trabajo desempeñado: en New Orleans, por ejemplo, un 80% reportó que no se le pagó por el trabajo realizado. Otro 80% de los encuestados no sabía cómo contactar al Departamento del Trabajo para buscar asistencia, y un número signficativo no sabía de la existencia de agencias encargadas de asistirlos en casos de abuso laboral
Mary Bauer, autora del reporte y directora del proyecto del SPLC Justicia para los Inmigrantes, declaró que “el reporte documenta el costo humano de las políticas fallidas que relegan a millones a vivir en una economía sumergida (o clandestina) donde están fuera de la protección de las leyes”.

Aunque el sondeo no preguntó por la situación migratoria de los encuestados, la mayor parte reportó ser residentes legales y ciudadanos, añadió Bauer.

“Es una crisis seria que tenemos que abordar”, dijo Bauer.

Además de aplicar vigorosamente las leyes existentes sobre derechos civiles y laborales, agregó, “la reforma migratoria integral es la única respuesta seria a este asunto”.