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Después de la Corte Suprema, qué sigue para el movimiento pro inmigrante

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En inglés aquí.

A partir de ahora hasta noviembre, el movimiento pro inmigrante tiene dos objetivos: organizarse para derrotar a los políticos que están en contra nuestra y estar listos para DAPA y la extensión de DACA.

Con el repunte de Donald Trump, el debate migratorio entre los “líderes” políticos republicanos se ha reducido al nivel de bravucones de patio de escuela. Quién puede construir la barda más extensa; quién puede hablar más duramente sobre los inmigrantes que vienen para alimentar a sus familias; quién puede deportar 11 millones de personas y a sus hijos más pronto —ha sido un rápido descenso hacia el fondo en la parte republicana.

No importa el hecho de que el electorado republicano esté en su mayoría de acuerdo con una legalización amplia; los “líderes” del Partido Republicano están complaciendo al mínimo común denominador entre ellos. Esa opción les será contraproducente en la elección general.

Los analistas políticos de Latino Decisions estiman que el candidato republicano necesita el apoyo de 42-47% de los votantes latinos con el fin de ganar el voto popular en 2016. Pero el 79% de ellos tiene una “muy desfavorable” opinión de Donald Trump, de acuerdo con una reciente encuesta de Latino Decisions, y sólo 4% dice no tener opinión al respecto. Trump es bastante bien conocido entre la comunidad latina, y eso no es bueno para el Partido Republicano.

Trump no es el único problema de los republicanos. Dos docenas de gobernadores y procuradores generales conservadores —con el respaldo del presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y la gran mayoría de los congresistas republicanos— se han dado a la tarea de negar permisos de trabajo y oportunidades a gente que conocemos y amamos.

Los republicanos están demandando a los padres de ciudadanos estadounidenses. Piensen en ello. Su demanda contra DAPA y la extensión de DACA se enfoca en los padres de gente que puede votar —ya sea en esta eleccióno en el futuro cercano. Actualmente, el 57% de los votantes latinos conoce a alguien que es indocumentado. Este no es un abstracto tema de política para muchos votantes, es profundamente personal.

Los demócratas que apoyan DACA y DAPA tienen trabajo que hacer con el fin de maximizar la participación entre los votantes con una participación en este debate. En Nevada, el 38% de los votantes latinos no sabe cómo encaja el representante Joe Heck en la balanza pro inmigrante o antiinmigrante, a pesar del hecho de que votó varias veces para socavar DAPA y DACA. Su opositora en la contienda por el Senado federal, la demócrata Catherine Cortez Masto, tiene cifras similares a pesar de que claramente está en la posición contraria.

Mientras es cuestión personal de Heck contender y esconderse de su historial, Cortez Masto se puede beneficiar si es capaz de definirlo y definirse a sí misma haciendo uso de sus posiciones inmigratorias reales.

Lo cual me conduce a la importancia de DAPA y DACA en estas elecciones. En pocas palabras, las políticas importan. La demanda importa. La afiliación política de la gente que respalda la demanda importa. El 74% de los votantes latinos dice que es menos probable que apoye a un republicano en noviembre debido a la oposición del partido a DAPA.

Creo que los republicanos no entienden por qué este tema es tan importante. Pareciera que estamos hablando acerca de un simple pedazo de papel, pero es un papel que tiene el poder de transformar las vidas de las personas. Protegerlos de la deportación puede derivar en un permiso legal de trabajo, una licencia de conducir y finalmente sentirse reconocidos como personas en la sociedad. La gente ya no tiene que temer por simplemente manejar por ahí. Pueden disfrutar de sus hijos y hacer planes para el futuro. Sí, esto significa más gente pagando impuestos y eso es bueno para nuestro país. Pero los beneficios de DAPA y DACA son mucho mayores.

El movimiento pro inmigrante, encabezado por los Dreamers, ganó DACA en 2012; y en 2014 DAPA y la expansión de DACA a través de la organización y el poder. Nosotros defendimos esas políticas en las cortes, y hemos demostrado nuestro caso. Está claro que la ley está de nuestro lado. Una coalición bipartidista de líderes laborales, de representantes de la ley, de empresarios, de derechos humanos y religiosos se pusieron del lado de nuestras comunidades porque saben que esas políticas son buenas para las familias y buenas para Estados Unidos. Ahora está en las manos de la Corte Suprema y, en particular, de su presidente, el juez John Roberts, el apartar la política del Poder Judicial y respetar la ley.

Confiamos en que esto va a ocurrir, y estamos listos para que entren en vigor DAPA y DACA+ este año. La Asociación de Derechos de los Inmigrantes de Lorain, Ohio (LOIRA), por ejemplo, estará auspiciando una clínica de vacunación la próxima semana para que los futuros beneficiarios de DAPA puedan tener los historiales médicos que necesitan y estar listos para solicitar.

Durante lo que resta del año, estaremos trabajando en la implementación de DAPA y la extensión de DACA, y pediremos cuentas a los políticos que estén contra nosotros.