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De Apple Macintosh a Facebook y al BlackBerry

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13/01/10 a 12:48am por Rafael Prieto Zartha

La primera vez que me enfrenté a una Apple Macintosh, hace casi 30 años, tuve un desencuentro atroz con la tecnología. No tenía ningún control del ratón, la flechita se me desaparecía en la pequeña pantalla y no lograba afirmar de ninguna manera la posición del cursor. Mi mano derecha hacia unos giros elípticos que inútilmente trataban de dominar el funcionamiento del ordenador.

Días después superé el escollo y me volví un hacha para cortar, borrar, pegar, subir y bajar textos. Mi reto fue haber visto al hijo de una vecina que apenas balbuceaba palabras pero que manejaba el “mouse” como si fuera parte integral de su propia humanidad.

Hoy me estoy enfrentando a un desafío parecido. Se trata de operar el BlackBerry, ese nuevo teléfono multiusos con nombre de mora, que hace maravillas. He intentado usar las dos manos para manipular el aparato y efectuar las marcaciones en las teclas diminutas con poco éxito. Mis dedos gordos oprimen los números y letras de forma errónea. Por ejemplo, si trato de digitar el ocho sale el nueve o la letra jota aparece en lugar de la hache. Sé que es una tarea pendiente, pero tengo la seguridad de que prevaleceré, aunque nunca con la destreza asombrosa de los adolescentes y nuevos ejecutivos que textean raudos y veloces.

Pese a lo asustante y arrolladora que ha resultado la catarata de nuevos inventos, nuestra actitud tiene que ser la de imponernos para que nos sirvan y nos hagan la vida más práctica y llevadera.

También está toda esa tecnología para impulsar nuestras causas. Como si se tratara de hongos que crecen y se reproducen en millonésimas de segundo ha resultado el crecimiento de las redes sociales.

Facebook apenas va a cumplir seis añitos el próximo 4 de febrero, pero ya tiene más de 350 millones de usuarios. En ese banco de caras se han desarrollado algunas de las campañas más exitosas de presión popular.

En la primavera de 2008 la campaña No Más Farc logró atraer en un mes a medio millón de miembros en Facebook contra la guerrilla colombiana. La iniciativa derivó en movilizaciones en más de 200 ciudades del mundo con 12 millones de participantes.

Una experiencia similar se vivió en septiembre del año pasado con la convocatoria No Más Chávez, que acumuló 350 mil seguidores en tres semanas.

Cosa distinta ha ocurrido con la causa Un Millón de Personas para Apoyar la Reforma Migratoria Integral en 2010, lanzada por Tina Kosikowski en el otoño de 2009, que tiene actualmente 26,000 miembros. Este último guarismo es bastante modesto teniendo en cuenta el alcance de la causa.

Sin embargo, la campaña Reforma Migratoria Pro América (RI4A) se ha apuntado algunos éxitos utilizando la tecnología. En noviembre pasado, en gran parte mediante el uso de los celulares, RI4A realizó un cabildo público telefónico que congregó a 60,000 personas en más de mil hogares de 45 estados del país.

La iniciativa de marcar de enviar la palabra “JUSTICIA” como mensaje de texto al número 69866, rindió sus frutos y los debería seguir cosechando.

Es que pese a los mitos de que la comunidad hispana está ajena a las nuevas tecnologías, existen estudios que prueban lo contrario y que el asunto no es nuevo.

Voy a transcribir dos apartes de un artículo del periodista Jesús Hernández Cuéllar en su revista virtual Contacto, que él denominó “La arrolladora presencia de los hispanos en la internet”.

“Un estudio divulgado por el Comité Hispano del Interactive Advertising Bureau revela que 16 millones de latinos en Estados Unidos están conectados a la red, una población cibernética que supera a las de México, España, Argentina, Francia y Colombia, y es similar a la de Alemania. Más de la mitad, el 52% de ellos, ya navega con alta velocidad, según un estudio titulado U.S. Hispanic Cyberstudy, de AOL Roper, llevado a cabo en mayo de 2005”.

“El 67% de los encuestados en ese estudio dijo que es importante para ellos encontrar contenido en español”.

Es así como la batalla por la reforma migratoria integral en 2010 se debe dar con la tecnología en la mano. Se tienen que repetir las multitudinarias marchas de la primavera y el otoño de 2006 pero a través de las computadoras y los celulares.